El bofetón de Will Smith a Chris Rock en la gala de los Óscar ha provocado el rechazo al mejor actor 2022.
La desafortunada reacción de Smith ante el inoportuno sketch de Rock ha originado una situación de crisis. Tanto el actor como la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de los Estados Unidos se enfrentan a una gestión de crisis de manual. ¿Sabrán hacerlo? El tiempo lo dirá.
Mientras tanto, y para que a nosotros no nos pille por sorpresa, os dejo unos consejos para gestionar una crisis en nuestra empresa o institución.
El protocolo en la gestión de crisis
Toda entidad, oficial o privada, vive situaciones de crisis, unas son evitables y otras inevitables. Independientemente de su carácter, todas ellas deben ser gestionadas correctamente. Para lograrlo, la actuación debe girar en torno a estos cuatro ejes, que puedes encontrar en el libro Gestión técnica y de la comunicación en situaciones especiales de Francisco Marín Calahorro:
- Reaccionar con rapidez.
- Informar y mantener una relación adecuada con los medios de comunicación.
- Seguir una serie de criterios en las acciones de comunicación.
- Implementar un plan de superación tras haber conseguido dar fin a la crisis.
Primero. Reaccionar con rapidez.
- Afrontar técnicamente la solución de la crisis.
- Implementar las medidas previstas de manera automática.
- Activar el comité de crisis.
Segundo. Informar.
- A los afectados.
- Al público interno.
- A los medios de comunicación.
Tercero. Criterios a respetar en la comunicación.
- Comunicar con credibilidad y transparencia.
- Planificar las relaciones y encuentros periódicos con los periodistas.
- Informar puntualmente los hechos, procurando anticipar noticias.
- Reforzar la comunicación interna.
- Asegurar coherencia en mensajes internos y externos.
- Evitar distorsiones en los mensajes y controlar rumores.
- Evaluar el impacto de la comunicación y su evolución.
Cuarto. Plan de superación de impactos.
- Aplicar acciones de comunicación planificadas en el tiempo y dirigidas a públicos concretos.
Una crisis puede tener origen interno o bien estar motivado por un hecho externo que atrae repentinamente el interés de los medios de comunicación. En ambos casos, lo que define a la crisis es su dimensión pública y mediática, sin ella pasaría inadvertida al entorno y no afectaría a la imagen corporativa.
Francisco Marín Calahorro
@PortugalBueno2022
Fotografía: EFE