El Servicio de Información del Vaticano continúa con su labor informativa en relación a los elementos, circunstancias y protagonistas que conforman la elección del papa. A continuación curiosidades sobre la chimenea de la Capilla Sixtina que es instalada para la ocasión.
La chimenea tras su instalación es sometida a pruebas. Con humo de color amarillo (ni blanco ni negro), para no caer en el error de poder confundir a los viandantes de la Plaza de San Pedro, que ya son muchos este fin de semana.
Pero la chimenea no es nada sin las estufas. Son dos, las dos de hierro fundido: una de 1938, y la otra de 2005. En la primera están grabadas las fechas de los cinco Cónclaves a los que han servido: desde el que eligió a Pío XII, hasta el último, el de 2005, cuando el cardenal Ratzinger se convirtió en Benedicto XVI.
En la antigua se queman las papeletas de las votaciones; en la otra, en la moderna, se «fabrica», con un dispositivo electrónico, el humo negro o blanco que indica al mundo el resultado de las votaciones hasta que se produzca la elección. Dos por la mañana y dos por la tarde. Ahora las dos son el centro de la curiosidad mediática; desde el próximo martes, lo serán de la atención de miles de personas.
Preparativos para el Cónclave.
Alrededor del altar, se han montado 115 sillas, de madera de cerezo, cada una de ellas con el nombre grabado del cardenal que la ocupará, y 12 mesas de madera cubiertas con paños de color beige y granate que faciliten a los cardenales preparar la papeleta del voto. Votarán frente al fresco de Miguel Angel situado en la pared del altar y titulado el Juicio Universal.