En el año 2009 sale al mercado español el libro Protocolo social para jóvenes con el subtítulo Claves en la convivencia para ser una persona valorada. Su autora es María del Mar Castro Maestre.
Con un lenguaje sencillo María del Mar Castro acerca, tanto a los padres como a los adolescentes, público objetivo de la obra, al mundo de estos jóvenes, de entre 11 y 17 años con el objetivo de resolver las dudas surgidas en torno a sus relaciones sociales y con la finalidad de ofrecer un guión con el cual poder afrontar diversas situaciones desde la cortesía y el respeto a los demás.
La variedad de temas tratados son, entre otros: nociones de saber ser y saber estar, la simpatía, el sentido del humor, la seguridad en uno mismo, la sonrisa, la responsabilidad, la puntualidad, la elegancia, la urbanidad, los tacos y palabras malsonantes, el tabaco, la seguridad vial, las presentaciones, la comunicación verbal, la cortesía al teléfono, comportamientos, en la calle, comportamiento en la mesa, la vestimenta o las relaciones familiares.
En resumen, un elenco de asuntos que ofrecen conjuntamente recomendaciones de protocolo social a los jóvenes ayudándoles a huir del ridículo que supone el desconocimiento en cuestiones básicas de educación social.
Adquirí Protocolo social para jóvenes en el año 2010, y estas son algunas de las ideas y consideraciones que en su día me llamaron la atención.
A través de tu educación transmites conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar.
La naturalidad es uno de los pilares básicos del protocolo social. Representa la sencillez y la afabilidad. Aporta a tu comportamiento espontaneidad, frescura y sinceridad.
El sentido del humor es una actitud que nace de tu conocimiento interior y de tu aceptación, con tus virtudes y tus defectos. Aprender a reírte de ti y de lo que ocurre a tu alrededor es fundamental para el desarrollo.
Aunque está de moda considerar que te mereces todo lo bueno que te ocurra, no olvides nunca agradecer y valorar toda la ayuda que recibes en cualquier momento o faceta de tu vida y que ha contribuido a alcanzar un objetivo ansiado.
A veces, un taco es expresivo y definitorio. Si la situación lo permite y la compañía también, suéltalo siempre que no ofendas a los presentes y sea admirativo. («Que golazo ha metido el muy cab…»).
La educación en valores se realiza a través de conocimientos, comprensión y puesta en práctica.
El comportamiento, el aspecto físico, la forma de vestir, el peinado y causar buena impresión son los aspectos que más preocupan a tu generación.