El Papa Francisco ya ha lanzado su mensaje para Cuaresma el cual lleva como título «La Palabra es un don. El otro es un don», y en donde nos enseña que
La Cuaresma es un tiempo propicio para intensificar la vida del espíritu a través de los medios santos que la Iglesia nos ofrece: el ayuno, la oración y la limosna. En la base de todo está la Palabra de Dios, que en este tiempo se nos invita a escuchar y a meditar con mayor frecuencia.
La Cuaresma, según el año litúrgico, comienza el Miércoles de Ceniza y se prolonga cuarenta días. Se trata de un tiempo que cambia de fecha cada año, ya que el día Miércoles de Ceniza se calcula tomando como referencia el día en que se fija el Jueves Santo, que coincide con la luna llena que se produce entre el mes de marzo y de abril.
En relación a las festividades que no tienen fecha concreta asignada (Miércoles de Ceniza, Semana Santa, Pentecostés y Fiesta de Cristo Rey), el Santo Padre propuso durante el III Retiro Mundial de Sacerdotes, celebrado en la basílica de San Juan de Letrán en el mes de junio de 2015, cambiar la fecha de la Pascua de la Resurrección para hacerla coincidir con la celebración de la Iglesia ortodoxa, con el objetivo de buscar la unidad de dicha fecha, algo que se lleva planteando desde el papa Pablo VI.
La Cuaresma tiene asignado como color litúrgico el morado. Y todos los domingos de Cuaresma, junto a los de Adviento y Pascua, tienen preferencia sobre el resto de las fiestas y solemnidades del calendario litúrgico.