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Los billetes y monedas también nos hablan de ceremonial

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado una resolución del Ministerio de Fomento de 19 de octubre de 2016 en la que se aprueba los siguiente:

El 8 de noviembre de 2016 se emite una serie de sellos de correo denominada «Numismática». La serie consta de dos sellos. En uno de ellos se reproduce el «reverso del billete de 1000 pesetas» dedicado a José Echegaray; en el otro, el «reverso de una moneda de 25 céntimos», con la leyenda «25 céntimos».

Se trata de una oportunidad para los amantes de los sellos y de la numismática, es decir, de las monedas y medallas. En mi caso, en nuestra casa tenemos afición así que esta nueva colección pronto estará con las de ediciones anteriores, pero tendrá un valor añadido, la añoranza por nuestra peseta.

Aprovecho esta noticia para conocer un poco más esta disciplina, que también puede servir a los estudiosos del protocolo y del ceremonial. ¿Os acordáis que se acuñaban monedas nuevas en las tomas de posesión reales y episcopales para lanzarlas al pueblo congregado?

El estudio y la clasificación de las monedas antiguas constituye la base de la ciencia numismática, disciplina de gran valor para conocer la geografía, historia, iconografía, costumbres y economía de todas las épocas.

Los humanistas del Renacimiento iniciaron las primeras colecciones de monedas antiguas. A partir del siglo XVI la numismática experimenta un desarrollo considerable con la realización de estudios monográficos, de tipología, iconografía, metrología y arte monetario.

Actualmente en España existen dos organismos dedicados a la ciencia numismática: Comisión internacional de numismática y Asociación internacional de expertos numismáticos. Estas dos instituciones, junto a otras entidades, tienen como finalidad la publicación de libros, revistas especializadas y catálogos de monedas.

Las monedas y los billetes son parte de nuestra historia y eran elementos de actos y ceremonias que todavía hoy se celebran. Su estudio nos puede ayudar a conocer nuestro ceremonial. Es una evidencia más de que el protocolo es materia multidisciplinar.

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