En pleno siglo XXI es satisfactorio comprobar como honores de épocas anteriores siguen vigentes hoy en día y se mantiene su aplicación. Es el caso de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo cuyo reglamento fue adaptado a su realidad actual en el año 2000, y que hoy en día sigue concediendo sus distinciones.
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo fue creada por Real Decreto de 28 de noviembre de 1814 para recompensar «la constancia en el servicio peculiar de las armas, dando a conocer a los dignos Oficiales que emplean lo mejor de su vida en el Ejército y Armada sufriendo los riesgos y penalidades de la azarosa carrera militar, y que con el sacrificio de la libertad y propias conveniencias contribuyen con su intachable proceder y larga permanencia en las filas a conservar el buen orden, disciplina y subordinación, base primordial de los Ejércitos», señala el artículo 1 del Reglamento de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo aprobado en 1879. Una finalidad que se mantiene en la actualidad pero redactada en otros términos:
La Real y Militar Orden de San Hermenegildo tiene por finalidad recompensar y distinguir a los Oficiales Generales, Oficiales y Suboficiales del Ejército de Tierra, de la Armada, del Ejército del Aire, de los Cuerpos Comunes de las Fuerzas Armadas y del Cuerpo de la Guardia Civil, por su constancia en el servicio y la intachable conducta, a tenor de lo que establecen las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas.
La orden consta de cuatro categorías: Gran Cruz, Placa, Encomienda y Cruz. Todos los Caballeros y las Damas pueden ostentar sobre el uniforme las condecoraciones de la misma que tengan concedidas y en los actos solemnes solamente ostentarán «las condecoraciones de la misma y la Cruz Laureada de San Fernando y la Medalla Militar, quienes las posean, y la insignia que, en su caso, corresponda a cada uno», establece el artículo 19 del Real Decreto 1189/2000, de 23 de junio.
Pero no es hasta el año 1961 cuando la Real y Militar Orden de San Hermenegildo se le crea un estandarte al que se le rinde honores. «A dicha enseña presente en los actos solemnes de la Orden, cuando lo sea en el capítulo, escoltada por los Caballeros y seguida por el Gran Canciller, se le rendirán honores de arma presentada e himno nacional», relata del artículo tercero del Decreto 555/1961.
Al ser Orden Militar tiene potestad de uso de escudo representativo que en este caso es de contorno circular en «campo de azur, efigie de San Hermenegildo montado en caballo galopando a la siniestra con una palma en la mano diestra, todo de oro, terrazado de lo mismo. Bordura de esmalte blanco con la inscripción en oro: REAL Y MILITAR ORDEN DE SAN HERMENEGILDO. Este escudo llevará como adornos exteriores dos ramas de laurel de sinople, frutadas de gules, unidas por sus troncos y liadas en punta con lazo de gules timbrado de Corona Real», describe el artículo 25 del Real Decreto 1189/2000.
El soberano de la orden es el rey quien ostentará en las solemnidades de la orden el Collar de Soberano. Su descripción se detalla en el artículo 29:
El Collar está compuesto por doce escudos cuartelados. Primero de Castilla, segundo de León, tercero de Aragón, cuarto de Navarra entrado en punta Granada y escusón sobre el todo de Borbón-Anjou, timbrados de Corona Real, unidos por trece eslabones rectangulares en campo de azul, «figura en ocho» en oro y bordadura de gules.
En la parte central, pendiente el Escudo de la Orden, sobre cartela de esmalte blanco fileteada de oro, sembrada de tallos vegetales en oro formando ondas y volutas. La bordara lleva la inscripción en oro: «PREMIO A LA CONSTANCIA MILITAR», rodeado el conjunto de dos ramas de laurel unidas por sus troncos y liadas en punta con lazo de gules. El todo timbrado de Corona Real.
El Heredero de la Corona puede ingresar en la Orden en la categoría de Gran Cruz por disposición del Soberano.
Los órganos de la Orden son el Capítulo, la Asamblea Permanente y la Cancillería.
Y, finalmente, como nos recuerda el Ministerio de Defensa, la Real y Militar Orden de San Hermenegildo:
- Es la sucesora de la Medalla de la Real Efigie establecida por Felipe IV en 1664.
- Es una de las más antiguas entre las Reales Órdenes Españolas, junto a la de Carlos III.
- Es la única Orden Española que no ha sido jamás abolida desde su fundación.
- Es la Orden Española que menos vicisitudes ha sufrido a lo largo de su historia, no habiendo modificado apenas ni su objeto ni sus insignias.
- Es la única institución premial que ha causado jurisprudencia del Tribunal Supremo y de Altos Tribunales.
- Es la única Real y Militar Orden española que, además de mantener su plena personalidad propia y privativa, celebra regularmente sus Capítulos bienales.
- Es la más «española» de todas las Órdenes porque en ella solamente pueden ingresar españoles.
La fotografía que ilustra esta entrada corresponde al Capítulo del año 2014. Fuente: Ministerio de Defensa.