Esta semana ha sido noticia la decisión de un parlamentario británico de ir sin corbata a la Cámara de los Comunes lo que ha creado dos posturas al respecto:
- Modernización.
- Tradición.
Sobre este asunto, el debate y el análisis está servido, sin embargo hoy no tengo fuerzas para hablar sobre ello, así que escribiré unas líneas sobre el objeto concreto de la polémica: la corbata.
Dentro del mundo de los complementos de vestimenta masculina se encuentra la corbata, cuyos antecedentes se remontan a la antigua Roma en la forma de trozo de tela enrollado alrededor del cuello, y no es hasta el año 1924 cuando aparece el diseño de corbata conocido como el actual.
La etiqueta de la corbata.
Estéticamente la corbata no debe sobrepasar la cintura del pantalón ni quedar justo por encima de ella.
Para la noche se estila una corbata más brillante que la destinada al día.
El nudo de la corbata debe ir acorde con el cuello de la camisa. Por ejemplo, el nudo americano, o four-in-hand, combina con cualquier tipo de cuello, mientras que el nudo inglés, o Windsor, está indicado para el cuello italiano.
La corbata debe esconder el botón superior de la camisa, por esta razón su nudo debe estar apretado y ajustado al cuello.
El decálogo de la corbata.
Consejos aportados por José María López-Galiacho en su libro Manual del perfecto caballero con respecto a la corbata:
- Entre la camisa y la corbata debe haber algo de contraste.
- Prestar atención a la combinación de los diseños lisos, a rayas, a cuadros, etcétera entre la camisa y la corbata.
- Resulta más sencillo combinar camisas y corbatas lisas. En este caso, la corbata debe ser de una tonalidad más oscura que la camisa.
- La camisa lisa combina a la perfección con corbata de rayas u otro adorno, con independencia del tamaño de su dibujo.
- Hay que evitar la combinación de una camisa de rayas con corbata de rayas. Aunque se considera adecuada esta elección cuando las líneas de ambas prendas son de un tamaño diferente.
- La camisa de rayas también puede vestirse con una corbata estampada, si sus motivos son de una escala similar a las rayas de la camisa.
- La camisa de cuadros es difícil de maridar con la corbata, incluso se desaconseja su uso para situaciones formales, sin embargo se estipula que los cuadros deben mantener proporción con el dibujo de la corbata.
- No repetir los colores de la camisa en la corbata. Si esto no se cumple, por lo menos intentar que el color predominante en la corbata no sea el de la camisa.
- Las corbatas de siete pliegues son las de mayor refinamiento, exclusividad y elegancia.
- Solamente las corbatas de alta calidad están cortadas a 45 grados respecto al dibujo de la misma.
Para finalizar esta entrada destaco un párrafo de López-Galiacho del citado libro y que pongo en relación con el inicio de estas líneas:
La corbata es la prenda de la indumentaria masculina cuyo tamaño guarda menos proporción con su importancia. Este pequeño trozo de tela es de todo imprescindible en cualquier atuendo mínimamente formal. Solo el uso de una pajarita acompañando, por ejemplo, el esmoquin o el frac, o, como cada día es más frecuente entre los caballeros más estilosos, el propio traje de chaqueta, justifica no vestir una corbata.
©Portugal Bueno, 2017