La Asamblea general «decide que las Naciones Unidas designen el 27 de enero Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del holocausto», recoge el artículo 1 de la Resolución 60/7 del 1 de noviembre de 2005.
La resolución también, en su artículo 2 «insta a los Estados Miembros a que elaboren programas educativos que inculquen a las generaciones futuras las enseñanzas del Holocausto con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro y, en ese contexto, encomia al Grupo de Trabajo para la cooperación internacional en la enseñanza, recordación e investigación del Holocausto».
Este año, las Naciones Unidas ha diseñado un programa de actos referentes a exposiciones, proyecciones de películas y mesas redondas. El acto principal ha sido la Ceremonia Conmemorativa del Holocausto de las Naciones Unidas celebrado en el salón de la Asamblea general y en donde han convivido en perfecta armonía la oratoria con la música.
Uno de los temas tratados ha sido el poder de la propaganda y en este contexto se recuerda el testimonio de un superviviente, Roman Kent, cuando destaca el peligroso poder de la palabra.