El megaevento del mes de junio del presente año es la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018. Esta identificación viene justificada por una serie de datos claves que originan que un gran evento se convierta en megaevento sin lugar a dudas.
Tal y como nos explican Mònika Jiménez-Morales y Julio M. Panizo Alonso, en su libro Eventos y protocolo: la gestión estratégica de actos corporativos e institucionales, un gran evento tiene que cumplir las siguientes tres características:
- competición entre equipos o personas que representen a un elevado número de países.
- atraer a un gran número de público, ya sea presencial o como audiencia de los medios de comunicación.
- ser relevante en el calendario de los eventos internacionales.
Y, ¿cuándo un gran evento se convierte en megaevento? La respuesta nos la dan los expertos en organización de eventos y protocolo Jiménez-Morales y Panizo:
Son aquellos actos que tienen una enorme repercusión en términos económicos a escala internacional. Igual que pasa en los grandes eventos, esta tipología de acontecimientos suelen enmarcarse dentro del ámbito deportivo, a pesar de que también existen excepciones. Se diferencian de los anteriores, básicamente, por su enorme dimensión, ya que moviliza a millones de personas entre visitantes, periodistas, participantes y representantes políticos. Más allá de eso, la cobertura mediática y los beneficios económicos que generan los diferencian cuantitativamente de los grandes eventos.
Y, ¿cuáles son estos datos diferenciadores en la Copa Mundial de Fútbol?
- Equipos competidores: 32.
- Público: 3.400 millones (población mundial: 7.450 millones).
- Medios comunicación acreditados: 5.000 periodistas de 30 países.
- Presupuesto para la organización del megaevento: 14.000 millones de dólares.
- Dotación económica para los premios: 791 millones de dólares.
©️PortugalBueno2018