San Juan Pablo II en el mes de octubre de 1992 redactó la Constitución Apostólica «Fidei Depositum» que promulgó y estableció el actual Catecismo de la Iglesia Católica que cumple, por lo tanto, 25 años.
El objetivo del Catecismo es transmitir la fe y en esta misión tiene un papel fundamental la tradición, tal y como se recoge en sus rúbricas.
81 «La sagrada Escritura es la palabra de Dios, en cuanto escrita por inspiración del Espíritu Santo».
«La Tradición recibe la palabra de Dios, encomendada por Cristo y el Espíritu Santo a los Apóstoles, y la transmite íntegra a los sucesores; para que ellos, iluminados por el Espíritu de la verdad, la conserven, la expongan y la difundan fielmente en su predicación».
El Catecismo sigue explicando que la Tradición tiene su origen en los apóstoles quienes transmiten las enseñanzas y el ejemplo de Jesús a la primera generación de cristianos sin la ayuda del Nuevo Testamento.
Para la Iglesia es necesario establecer distinciones entre las tradiciones teológicas, disciplinares, litúrgicas o devocionales que surgen tras el paso del tiempo en las iglesias locales. «Estas constituyen formas particulares en las que la gran Tradición recibe expresiones adaptadas a los diversos lugares y a las diversas épocas. Sólo a la luz de la gran Tradición aquéllas pueden ser mantenidas, modificadas o también abandonadas bajo la guía del Magisterio de la Iglesia».
En este contexto, la Iglesia señala que la palabra de Dios es la fuente de la Tradición y de la sagrada Escritura, y esta palabra es transmitida y conservada por la enseñanza y por el culto.
En líneas genrales, el Catecismo de la Iglesia Católica recoge la explicación del dogma y la moral cristianos. Se trata de un compendio de la doctrina católica, tanto de la fe como de la moral, cuya finalidad es conocer mejor los misterios cristianos y reavivar la fe.
El contenido del Catecsimo se divide en cuatro partes: el credo; la sagrada litúrgica, con los sacramentos en primer lugar; el obrar cristiano, expuesto a partir de los mandamientos; y la oración cristiana.
En respuesta a esta contenido, el Catecismo de la Iglesia católica es una de las fuentes documentales primordiales a la hora de estudiar el protocolo y el ceremonial eclesiástico.