Los reyes de España realizan en la última semana de noviembre un viaje de Estado a Portugal en respuesta a la invitación formulada por el presidente de la República Portuguesa, Marcelo Rebelo de Sousa. Y el 25 de noviembre, se aprueban varios reales decretos concediendo las siguientes condecoraciones:
- Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III: al presidente de la Asamblea, al primer ministro y al ministro de Estado y de Negocios extranjeros de la República portuguesa y al embajador de Portugal en España.
- Collar de la Orden de Isabel la Católica: al presidente de la República portuguesa.
- Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica: a la secretaria de Estado de los Asuntos europeos de la República portuguesa, al jefe de la Casa civil del presidente de la República portuguesa, al jefe de la Casa militar del presidente de Portugal y a la secretaria general del Ministerio de Negocios extranjeros de la República portuguesa.
- Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil: al presidente del Grupo parlamentario de la amistad luso-española, al secretario general de la Presidencia de la República portuguesa, al presidente de la Cámara municipal de Lisboa, al presidente de la Cámara municipal de Oporto, a la jefa del Gabinete del primer ministro de Portugal y al director general de los Asuntos europeos de la República.
La Real y Distinguida Orden Española de Carlos III es la más alta condecoración honorífica dentro de las órdenes civiles de España. Le siguen en precedencia la Real Orden de Isabel la Católica y la Orden del Mérito Civil.
La concesión a ciudadanos extranjeros se fundamenta en que el candidato haya prestado extraordinarios y meritorios servicios a España o, también, por criterios de cortesía y reciprocidad a altos dignatarios de otras naciones.
La tramitación de la concesión de una insignia a un ciudadano extranjero, siempre y cuando no se conceda por reciprocidad y canje, requiere el informe del representante de España en el Estado cuya nacionalidad ostente la persona a condecorar.
En cuanto a la imposición o entrega de la insignia, esta no se llevará a término hasta que el Gobierno del Estado receptor otorgue el correspondiente beneplácito, si así está establecido, salvo que concurran circunstancias extraordinarias que no permitan el cumplimiento de dicho trámite, en cuyo caso se notificará a la Embajada acreditada en España.
La Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III es establecida desde los orígenes de esta orden en el año 1771 con el ingreso de sesenta caballeros grandes cruces quienes fueron distinguidos con el tratamiento de excelencia y «con el goce de las entradas en nuestro Real Palacio, y demás honores», tal y como recoge la Novísima recopilación de las leyes de España. Actualmente, la Gran Cruz se otorga a los presidentes del Congreso de los Diputados, del Senado, del Tribunal constitucional y del Consejo General del Poder judicial, así como a ministros de Gobierno, altas autoridades del Estado y a ciudadanos que posean gran cruz civil o militar española con más de tres años de antigüedad. Su límite de concesión se sitúa en las cien, sin contabilizar a los ministros de Gobierno.
El Collar de la Orden de Isabel la Católica no es establecido en su creación, en el año 1815. Este grado es aprobado con la llegada de la II República gracias al Decreto de 4 de diciembre de 1934. El Collar debe ser devuelto a la Cancillería de la Orden tras el fallecimiento de su titular.
La Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica se establece con la creación de la orden el 24 de marzo de 1815 con la finalidad de recordar la vuelta de Fernando VII de su exilio y la labor de la reina Isabel I de Castilla a favor del descubrimiento de las Indias. Se trata del primer grado de la orden, clase que pierde en el año 1934 al aprobarse el grado de Collar, pasando al segundo lugar.
La Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil se establece en el año 1926 con la creación de la orden cuya finalidad es «premiar actos de carácter civil realizados por los funcionarios dependientes del Estado, provincia o municipio, o personas que, ajenas a la Administración, presten o hayan prestado servicios eminentes de tal carácter», indica el artículo 1º del Real Decreto de 25 de junio de 1926.
La fotografía que ilustra esta entrada está recogida de la página oficial de la Embajada de Francia en Madrid y corresponde a la concesión de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica al presidente-director general de Renault-Nissan.