La excelencia del universitario no se basa únicamente en sus calificaciones, sino en su comportamiento y su honor. Un estudiante universitario verdaderamente excepcional es aquel que no solo trabaja duro para obtener buenas notas, sino que también respeta la integridad académica y actúa con honestidad y ética.
El tramposo o deshonesto nunca llega a comprender la esencia de ser universitario.
Un verdadero universitario comprende que la educación no se trata simplemente de acumular conocimientos y calificaciones. También se trata de desarrollar habilidades sociales y éticas que serán esenciales para su éxito como profesional en el futuro.
Los estudiantes que actúan de manera deshonesta y tramposa nunca comprenderán la verdadera esencia de ser universitario. Pueden obtener buenas calificaciones a corto plazo, pero a largo plazo, esto no les será de mucha ayuda. Su falta de integridad y ética les llevará a consecuencias graves en su vida profesional. Por ejemplo, la pérdida de confianza de sus compañeros o jefes, e incluso la pérdida de su licencia.
No es universitario, no tiene el espíritu propio de la Universidad, quien permite que le dominen por prejuicios o ideas preconcebidas, quien se deja arrastrar por modas culturales, quien está más atento a sí mismo y a sus intereses que a la realidad de las cosas, quien no es dócil por entero a las exigencias intelectuales y vitales de la verdad.
José Luis Illanes
El universitario excelente
Los estudiantes que actúan con honor y ética están construyendo una reputación sólida y confiable en su comunidad académica. Esta será, además, su futura imagen en su proyección profesional.
Estos estudiantes son respetados por sus profesores y compañeros de clase, y se les considera líderes y modelos a seguir.
La integridad académica y la ética profesional son esenciales para el éxito a largo plazo en cualquier carrera. Los estudiantes que adoptan estos valores y los hacen parte de su comportamiento, son aquellos que se pueden considerar verdaderos universitarios y que tendrán éxito en su carrera elegida.
El universitario debe sentirse comprometido por la verdad y debe transmitir a quienes la frecuentan un espíritu, un temple de alma caracterizada por la autenticidad, el compromiso, el empeño.
José Luis Illanes
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