El diseñador de moda, Carlos Díez no cree “en expresiones absurdas tipo «con estilo se nace, no se hace»”. Creo que es una afirmación bastante acertada, ya que el estilo en imagen personal está formado por una serie de conocimientos que pueden ser adquiridos. El estilo de una persona viene definido por la estética, el maquillaje, la peluquería y el vestuario junto a los complementos. Estos elementos son la base de la imagen externa de un individuo, y la suma de ellos da como resultado el estilo de la persona.
Sin embargo, no resulta fácil porque el estilo no reside en aprender determinados conocimientos, sino también en aplicar con certeza y buen criterio la información adquirida. Pero este aprendizaje no acaba aquí, ya que para que el estilo de una persona sea creíble y verdadero es necesario obtener información sobre nosotros mismos. Tenemos que conocernos primero para que adecuemos la información que obtenemos de fuera a nuestra forma de ser y a nuestra circunstancia social y profesional. Este es el estilo, una simbiosis entre el conocimiento interior y exterior.
La estética en imagen personal va unida a la higiene. Parece que esto sea obvio, pero no lo es tanto. ¿Cuántas veces nos hemos recogido el pelo o echado gomina o espuma porque no nos ha dado tiempo a lavárnoslo? ¿Con qué prontitud nos arreglamos las uñas cuando una de ellas se nos ha roto, o el esmalte se ha desconchado? ¿Nos cepillamos los dientes dos veces al día, como mínimo? ¿Nos hidratamos todos los días, tanto el cuerpo como el rostro? ¿Con qué frecuencia nos realizamos una limpieza de cutis en profundidad? ¿Nos desmaquillamos al acostarnos?
Seguir unas pautas de higiene no contribuye solamente a que nuestra piel, y por supuesto cabello, van a estar más sanos y van a mostrar un aspecto más saludable, sino que nuestro estado de ánimo también va a mejorar, nuestras actitudes se van beneficiar.
Este cuidado también lo debemos traspasar a nuestras prendas. ¿Las tenemos en perfectas condiciones? ¿Las guardamos y nos las ponemos limpias? ¿Repasamos los botones y los dobladillos? ¿Y qué pasa con los zapatos? ¿Los limpiamos después de cada uso?
El maquillaje sigue las mismas reglas que la estética e higiene. Además hay que intentar mantener en buenas condiciones el corte.
En cuanto al vestuario y a los complementos voy a comentar dos principios que para mí son básicos. En la vestimenta existe la ropa interior y la exterior, pues hay que hacer honor a su uso. La ropa interior jamás debe enseñarse, incluidos los tirantes transparentes que se utilizan con los sujetadores. La ropa interior debe ser eso, interior. En cuanto a los complementos es el elemento de la imagen externa más importante, el que más marca el estilo de una persona. ¿Por qué? Porque cuanto más ajenos estén los elementos de nuestro cuerpo, estos van a ser los catalizadores del estilo que hemos decidido llevar.
Confío que esta breve información sobre los elementos formadores del estilo en imagen personal os haya servido. En cuanto a la información complementaria a esta, la interior, eso depende de vosotros. Solamente recordaros que el único camino para conseguir ese conocimiento personal viene de la mano del llamado examen de conciencia.