Ser Comunicación

Buscar empleo ya es un trabajo

La convocatoria de oposiciones se está convirtiendo en la esperanza de muchos españoles para conseguir un futuro sin sobresaltos. En la actualidad se ofrece bastante información sobre todo lo relacionado con estos exámenes, y desde los diferentes medios de comunicación se informa a la ciudadanía sobre ellos. En un reportaje televisado sobre las pruebas opositoras me llamó la atención la declaración de un joven, alrededor de 25 años, quien afirmaba que para él opositar se había convertido en su trabajo. Esta afirmación se puede derivar, y aplicar, perfectamente a las entrevistas cuya objetivo es conseguir un empleo.

Se ofrecen innumerables manuales y consejos para superar una entrevista de trabajo. Desde cómo saludar hasta la manera de sentarte y de comportarte ante el entrevistador. Incluso he encontrado el siguiente consejo: “No hables demasiado, ni demasiado poco”. Sin embargo, lo más importante en este tipo de actuaciones es aprender a hablar con eficacia. Cuando buscamos un trabajo debemos aprovechar al máximo la entrevista necesaria para conseguir nuestro objetivo, y para ello tenemos que estudiar muy bien nuestra actuación y analizar las posibles respuestas del interlocutor.

Las entrevistas de trabajo se pueden considerar como un intercambio: alguien ofrece algo y alguien busca algo. Y el objetivo es satisfacer las necesidades de los dos. Una de las claves del éxito para conseguirlo se encuentra en tener una buena, y eficaz, conversación. “La clave de la técnica de la conversación es la capacidad para escuchar”, afirma Elena Jankowic en su libro “La etiqueta social en los negocios”. Debemos escuchar las necesidades del otro si queremos, realmente, poder satisfacerlas. Si nos enfrentamos a una entrevista de trabajo solamente pensando en nosotros mismos, dicha entrevista será un fracaso.

En cuanto al desarrollo de la conversación eficaz, esta deberá realizarse en cuatro etapas, tal y como explica Arturo Merayo. El primer escalón es el de la preparación, en donde se debe fijar los objetivos y meditar el mensaje que voy a dar. La segunda fase es el juicio, es decir, comenzar la conversación siempre en positivo mientras opino o comento un hecho. La tercera etapa es el mantenimiento de la conversación en donde el lenguaje no verbal es muy importante. El término es el último escalón y lo aprovecho para resumir lo dicho, y precisar cuestiones concretas.

Las entrevistas de trabajo hay que preparárselas, no se pude subir una escalera o montarse en un ascensor con dos hojas en la mano y pensar en ese momento qué le voy a contar al sujeto de turno. “Cuanto mejor se haya preparado para esta conversación tanto mejor podrá tomar la iniciativa y mostrar qué es lo que pretende y qué sabe hacer”. Sabio consejo de Reiner Brehler.

Deja un comentario