El trabajo fin de grado (TFG) es el resultado de meses de esfuerzo y dedicación. La culminación de esta etapa académica se da con la presentación del TFG en Power Point, en la gran mayoría de las ocasiones. Es un momento en el cual los estudiantes deben exponer y defender sus investigaciones ante un tribunal académico. Siendo esta etapa la última preocupación del alumno, surge la incógnita: ¿Cuál es mi turno de defensa? ¿Soy el primero, el último?
Es cierto que a nadie le gusta ser el último en presentarse, pero en este caso particular, es necesario considerar tanto los aspectos negativos como los positivos de esta situación. Si te toca ser el último de la mañana en defender tu TFG, probablemente te enfrentes a un tribunal ligeramente cansado, ansioso por finalizar y tomar un descanso para comer. No obstante, también existen ventajas en esta posición.
Las ventajas de ser el último
Una de las principales ventajas radica en que, si las defensas previas no han sido sobresalientes, tu presentación, bien trabajada, diseñada y ensayada, brillará en comparación. Destacarás frente a las anteriores exposiciones y podrías recibir una mejor calificación de la que hubieras obtenido en otro momento. La clave está en realizar una presentación clara y visual, evitando diapositivas saturadas de texto, y yendo directamente al grano. Si te has preparado adecuadamente, el tribunal también lo apreciará.
Si eres el último, debes esforzarte para que tu presentación sea impecable. Debes buscar la excelencia y dar un broche de oro, dejando un buen sabor de boca en todos los presentes. Esta actitud será apreciada y, además, podría beneficiar la evaluación de tu trabajo. La dedicación y el compromiso con una presentación de calidad serán reconocidos por el tribunal.
No obstante, es importante recordar que el orden de presentación no debe ser el factor determinante en la calidad de tu trabajo. Cada estudiante debe esmerarse en desarrollar una investigación sólida y una presentación convincente, independientemente del turno que le corresponda. El éxito radica en la preparación y el dominio del contenido expuesto, así como en la capacidad de comunicarlo de manera efectiva.
Pero, aun así, si eres el último en presentar tu TFG la mañana de las defensas, ten en cuenta estas observaciones y, sobre todo, enfréntate al tribunal con buena cara, sonrisa y con la seguridad de que ninguno de la mesa sabe más que tú de la investigación que vas a defender.
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