Estamos de enhorabuena. Cada vez se convocan más procesos de selección oficial en los que se exigen formación en protocolo. Esta nueva realidad obliga al diseño de índices de temarios en protocolo oficial, ya sean estos de carácter principal o específico, dependiendo de la convocatoria de la oposición.
Sin embargo, esta nueva realidad pone en evidencia un hecho relevante: la ausencia de documentos para opositores en materia de protocolo.
Tanto si te encuentras pensando en presentarte a una oposición, como si ya estás estudiándola, asegúrate que el temario adquirido en relación al protocolo es el correcto y el adecuado. Se trata de información difícil de encontrar. Existe escaso material de calidad acorde al temario exigido. Así que, busca buenas fuentes, el éxito de tu oposición depende de ellas.
Una vez que hayas identificado tu fuente y hayas conseguido tu temario, me pongo a tu disposición en este correo, solamente te queda estudiar. Y, en este punto, voy a darte una serie de pautas que quizás puedan ayudarte. Para ello, voy a tratar la preparación de tu oposición como si de un evento se tratara:
- Objetivo.
- Finalidad.
- Datación.
- Escenario.
- Planificación.
- Ejecución.
- Valoración.
El objetivo
El objetivo de todo opositor es aprobar el examen y ganar la plaza para la cual ha estudiado. Esto es evidente. Sin embargo, aunque puedas tener claro tu objetivo, si no lo tienes presente en tu día a día, puede ser que te relajes, e incluso, te olvides de tu meta. Esto puedo provocar que te desvíes del camino por tomar decisiones erróneas.
La finalidad
Generalmente la finalidad de opositar responde a dos motivos principales:
- Mejorar la trayectoria profesional.
- Conseguir estabilidad profesional.
Ya sea una u otra, o las dos, tener presente tu fin te va a ayudar a tener la fuerza y la motivación necesaria para no desfallecer en su consecución.
La datación
Tu evento, tu oposición, se celebra todos los días del año y con el mismo horario diario. Por esta razón, planificar tu horario de estudio va a ser la clave de tu rendimiento. Recuerda que tu horario debe ser lo más realista posible, acorde a tus circunstancias.
Para planificar un horario de estudio eficiente debes analizar tus necesidades, obligaciones e, incluso, los imprevistos. Una vez identificados todos estos parámetros diseña tu horario en un papel.
Quizás te pueda ayudar la siguiente recomendación: a cada hora y media, o dos horas, de estudio, le corresponden cinco minutos de descanso.
El escenario del estudio
Tu escenario es la habitación que hayas elegido para estudiar y, tu presidencia es tu mesa. Para que este escenario y presidencia sea acorde al objetivo, puedes tener en cuenta los siguientes elementos, cuántos más consigas mejor:
- Luz natural.
- Ventilación.
- Vegetación.
- Espacio libre para moverte.
- Buena silla de estudio.
- Buena mesa de estudio.
- Estantería.
- Tablón.
- Atril.
- Libros y temario de estudio.
- Lápiz, bolis o subrayadores de colores.
- Goma y typex.
- Folios blancos o de colores.
- Fichas para notas.
- Agua.
- Papelera.
- Organizador de escritorio.
- Reloj de escritorio.
La planificación del estudio
El método de estudio gira en torno a tres momentos clave:
- Primero: Lo más fácil.
- Segundo: Lo más difícil.
- Tercero: Lo intermedio.
Abrimos nuestro estudio con lo más fácil, alrededor de veinte o treinta minutos. Aquí tienes que decidir cuáles son tus tareas más fáciles, amenas o gratificantes. Por ejemplo, repasar lo estudiado el día anterior, echar un vistazo a los resúmenes y notas, organizar tu archivo de estudio, etc.
La segunda parte de este método es el que hace referencia al propio estudio, a la memorización del temario.
Por último, la tarea intermedia, aquí también tienes que identificar cuáles son las tuyas. Por ejemplo, elegir un tema de los estudiados del temario al azar y repasarlo.
La ejecución del estudio
La manera de ejecutar el estudio también es importante parar lograr el éxito. En líneas generales, te propongo el siguiente sistema de aprendizaje.
- Primera lectura: visión global del tema sin subrayar, sin detenimiento.
- Segunda lectura: análisis e identificación de las ideas principales ayudándonos de los títulos, capítulos, epígrafes, etc.
- Tercera lectura: lectura más detenida realizando subrayados, resúmenes, esquemas, relaciones, etc.
- Asimilación de conocimientos: asumir, memorizar lo leído y trabajado.
- Repaso: con la ayuda de las notas, esquemas y resúmenes realizados anteriormente.
La valoración del estudio
Nunca termines tu jornada de estudio sin realizar un chequeo del mismo, identificando tus aciertos, logros y errores, y sin dotarte del premio establecido antes de iniciar tu estudio.
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