Ignacio García-Juliá, Director General del Foro Español de la Familia.
Hacer entrevistas me encanta, tanto desde el punto de vista informativo como social. Se trata de un género periodístico directo en el que tanto el entrevistador como el entrevistado tienen que formar parte activa para lograr un resultado interesante. En cuanto a lo social, tengo que recordar a Amando de Miguel: “La gente puede prescindir de muchas actividades en común, de casi todas, menos de la conversación”.
Entrevistar al Director General del Foro Español de la Familia, Ignacio García-Juliá, no ha sido difícil. Solamente es necesario aprovechar las oportunidades que te brinda la vida y confiar en la educación y amabilidad de las personas. Y gente de esta categoría tiene ambas cualidades. La entrevista se realizó en el mismo lugar en donde celebró su conferencia, el Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela (Alicante), simplemente cambiamos de escenario, de la Iglesia al jardín del Claustro del convento.
¿Por qué nos cuesta tanto hablar bien de las cosas buenas?
Quizás un poco por respetos humanos, otro por formación porque no sabemos defender las cosas que son de sentido común, porque no tenemos la formación suficiente, y otro por presión ambiental. Es decir, estos tres factores son los que yo creo que hacen que nos cortemos, como se dice hoy, para hablar bien de las cosas buenas.
En los medios de comunicación se habla más de divorcios que de bodas de oro, de abortos más que de nacimientos, de fracaso escolar más que de éxitos académicos. Es cierto que hay que hablar de estas patologías para poder solucionarlas, pero ¿no nos hemos quedado anclados en el problema sin darnos cuenta de que la solución la tenemos a nuestro alrededor?
Nosotros solemos decir o formas parte del problema, o formas parte de la solución, o formas parte del paisaje. Somos muchos. Hay mucha gente que está formando parte del paisaje, que simplemente pasan de perfil ante todos los problemas que hay. Si exigieran oír hablar bien de las cosas buenas, si exigieran que les cuenten cosas buenas, los medios de comunicación contarían cosas buenas. Pero parece que estamos callados, no las exigimos. Parece que nos tragamos todo lo malo que nos cuentan. Pidamos que haya programas que hablen bien, que hablen de cosas alegres, de cosas buenas, de los niños, de la mujer con su marido, de los abuelitos. De esto se puede hablar y son cosas entrañables. De hecho los intentos que hay, los programas que hablan de eso, resultan que tienen mucho éxito, pero son en emisoras residuales, en programas, digamos, sin mucha audiencia. Podemos nosotros uno a uno, individualmente, persona a persona, ir empujando para que este estado de cosas cambien.
Cuando un medio ofrece información incompleta como noticia, ¿está desinformando? ¿Está manipulando al ciudadano?
Vamos a pensar bien y vamos a pensar mal. Vamos a pensar bien que cuando se informa de forma incompleta muchas veces es por la premura de tiempo, con esta sociedad que va corriendo a todos lados, la premura de tiempo para preparar y elaborar convenientemente la noticia. Hay veces que no se contrastan todas las fuentes y se da una información sesgada e incompleta. Y luego vamos a pensar mal. También hay un trasfondo ideológico. Hay gente que deliberadamente informa mal porque lo que está intentando es que la noticia diga lo que realmente uno quiere que diga. Esa manipulación ideológica existe, está ahí y podemos citar, por ejemplo, a Lenin. Una vez Lenin cuando estaba intentando implantar una serie de medidas en su gobierno, sus asesores le dijeron que eso estaba fuera de la realidad, y el dijo pues “si está fuera de la realidad, peor para la realidad”. Eso lo estamos viendo hoy. Muchas veces las noticias se dan aunque no sean reales, ¡da igual!, las doy.
¿Esto está ocurriendo cuando se informa sobre el aborto o la eutanasia?
Claro. Por ejemplo la Fundación RedMadre, ayuda a la mujer embarazada, tiene 34 asociaciones en toda España. Están ayudando a chicas con embarazos inesperados y en riesgo de exclusión. Tiene un éxito del 80%, ochenta de cada cien chicas que se acercan allí, porque están abocadas al aborto, no lo hacen. Esto es una buena noticia y de eso no se informa.
En estos temas, ¿cómo podemos los ciudadanos mantenernos bien informados?
Mantenerse bien informado hoy, gracias a Dios, es fácil gracias a Internet. A nada esfuerzo que haga uno de buscar cosas buenas las encuentra. Lo mismo que es fácil encontrar cosas malas, también es fácil encontrar cosas buenas. Lo que pasa es que parece que nos mueve más el morbo, digámoslo así, de encontrar algo malo que algo bueno. Todos seguro que hemos visto en Internet todo el drama de Japón, de su terremoto y del tsunami, lo hemos buscado y lo hemos encontrado, hemos tenido ese interés. Fortalezcamos nuestro espíritu para que también tengamos interés en encontrar cosas buenas. Hay múltiples páginas. Hay mucha gente que escribe bien, mucha gente que tiene algo que decir esperanzador. Busquémoslo. No es tan difícil.
Buen consejo de Ignacio García-Juliá. Y no perdamos el tiempo en relacionarnos con personas que no tienen nada positivo que ofrecernos ni decirnos. No nos quieren.