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Para mí la Guardia Real siempre será parte de mi ser

Francisco Grau Vegara, General Músico asesor de la Subsecretaría de Defensa.

Hablar de Francisco Grau Vegara es hablar del Himno Nacional y de la Unidad de Música de la Guardia Real. Pero, conversar con Francisco Grau Vegara es como continuar una conversación que se dejo a medias días atrás. Afabilidad, sorpresa, intriga son las cualidades que este hombre regala a su interlocutor. En definitiva, consigue crear tal ambiente de cercanía y de relajación que es muy difícil poner fin a la entrevista.

Mi visita a Villa Corchea es conseguida gracias a unos familiares de Francisco y amigos míos quienes me dan un consejo durante el viaje en coche: “Mamen, mi tío es una persona de pueblo, muy normal a pesar de llegar a dónde ha llegado”, me dice Fran quizás porque ha podido sentir mi nerviosismo. Y es que entrevistar al músico militar por excelencia en España, autor de más de 700 obras, con numerosos premios nacionales e internacionales de composición y con innumerables condecoraciones y distinciones, entre ellas la Encomienda de la Real y Muy Distinguida Orden de Carlos III, máxima condecoración española, impone.

Francisco, si tuviera que elegir una composición acorde a su trayectoria profesional y personal, ¿cuál elegiría?

Te voy a contestar con otra pregunta.

¡Eso no vale!

Si tuvieras varios hijos, ¿con cuál te quedarías? Las composiciones son como hijos nuestros. Quizás, creo que el parto es más gratificante que el que tiene la mujer, pero todo lo que compones es como un hijo tuyo. Son como fragmentos de tu vida, trozos de tu vida. Y cada trozo de tu vida tiene un significado.

Sí, pero siempre hay un hijo con el que conectas más o que está más cerca de ti por su forma de ser, por ejemplo.

No es que esté más cerca de ti, sino que hay momentos que necesitan más de ti. Yo tengo una marcha de procesión que la hice hace ya un montón de tiempo, posiblemente hace ya más de veinte años, que se llama “La Quinta Angustia” para presentarla en un concurso de marchas de procesión en Sevilla. Yo la hice porque era un premio que entonces era elevadísimo, un millón de pesetas. La hice aquí (Orihuela Costa) en dos días y la mandé. Y ganó. Pero esa marcha luego tuvo la suerte, que a la vez fue desgracia para el país, de ser la que se interpretó en las exequias fúnebres del padre del Rey. Y luego, también con la madre porque se llamaba “La Quinta Angustia” y Doña Mercedes era muy sevillana y tenía bastante relación con “La Quinta Angustia”.

Francisco Grau recuerda que en aquella ocasión varios países le llamaron para solicitarle la partitura de “La Quinta Angustia” y cómo le llenó de satisfacción “ver algo tan español como es una marcha de procesión transciende de nuestras fronteras”.

Otra de las composiciones que recuerda es el Premio Nacional de Composición “Estampas de mi tierra” en la cual plasma “momentos muy especiales de mi infancia y estancia en mi pueblo”. La tercera en nombrar es la marcha de procesión “Plegaria alicantina”, también premio de composición y que “los alicantinos la han elegido como himno de la Semana Santa de Alicante”. También señala su primer premio internacional de composición, “Quimeras” y su poema sinfónico “Capricho mediterráneo” que “ha estado como tema obligado en el Certamen Internacional de Valencia”.

Francisco Grau rememora con cierta sensibilidad otros dos poemas sinfónicos “Olbap” y “Vibraciones” que son vivencias humanas. La primera es la historia de un niño deficiente de Buñol que quería ser música, y la segunda se basa en un hecho real “la historia de un chaval muy joven, un gran músico de la Joven Orquesta Nacional, que era percusionista y que tuvo un accidente en Navajas, un pueblo de Valencia, y falleció”.

Para el final afirma que para él es todo un orgullo “haber sido elegido para hacer la versión actual del himno de España. Son pequeñas vanidades que conforme uno se hace mayor…”.

Aprovechando esta vista atrás, y con la sabiduría que nos concede el mirar el pasado desde el presente, ¿cómo definiría la relación entre Francisco Grau y la Unidad de Música de la Guardia Real?

Yo en este momento, y de por vida, ha sido mi gran vivencia. Yo la cogí siendo una buena banda militar y con la colaboración de los profesores que tenía, que eran seleccionados entre los mejores músicos militares, acabó convirtiéndose en una auténtica orquesta sinfónica de viento. Han sido varios mandatarios, presidentes que en los conciertos de palacio a Sus Majestades les han felicitado por la calidad de la orquesta sinfónica de viento, decían ellos. Caso super gracioso fue la visita del presidente de Corea del Sur que rompió el protocolo para venir a donde yo estaba tocando el himno de Corea y decirme que había escuchado la mejor versión de su vida del himno de su país. Ha sido toda una vida. Y existía una complicidad con los músicos que tú les mirabas con los ojos y te seguían. Era esa simbiosis que a veces se crea entre artistas. Yo tengo la mala costumbre de dirigir siempre de memoria y me gustaba mirar la cara a los músicos. Y mirando la cara a un músico yo sabía si había algún problema. Ibas dirigiendo y al mismo tiempo le mirabas, le sonreías, le animabas. Eso no muere nunca. Eso es parte de tu vida, y mientras tú tienes vida tienes esa vivencia contigo. Y creo que después de la vida también. Para mí la Guardia Real siempre será parte de mi ser.

Al Himno Nacional también se le denomina Marcha Granadera o Marcha Real Española. De estos tres términos, ¿con cuál se queda?

Yo creo que la palabra Himno Nacional es la que define mejor. Todo lo que tú me hablas es su proceso histórico de cómo una cosa va evolucionando. Precisamente ahora yo voy a empezar a escribir un libro sobre el Himno Nacional con la editorial ABC de Sevilla con la que firmaré un contrato el mismo día que pase a la reserva para escribir este libro y presentarlo el 12 de octubre del año que viene. La verdad es que hay muchas cosas que decir del himno.

Hablando del himno, usted ha sido el autor de la versión oficial actual, también ha sido la razón por la cual se creó el empleo de General de Brigada junto a los dos anteriores ¿Un músico militar puede aspirar a algo más?

No lo he dicho nunca por una razón muy sencilla, porque nunca lo he perseguido y no es falsa modestia. Yo con la batuta en la mano ante mi música me consideraba la persona más importante en ese momento. Lo que sí he luchado siempre, y sigo luchando, es por la dignificación de la música, desde el 88 que asciendo a Teniente Coronel, y fui el primer Teniente Coronel convirtiéndome en la máxima autoridad. Sabes perfectamente que la música ha sido una enseñanza poco estimada. Ni estaba dentro de las Bellas Artes porque se estudiaba en el Conservatorio ni la titulación nunca ha tenido una equivalencia digna. Yo intenté desde el principio luchar para que otros militares no guerreros como yo llamo, no de armas, como son los médicos, los jurídicos o los interventores, alcanzaran ciertas gradaciones militares, ciertos empleos como decimos porque Capitán es un empleo y Comandante es un empleo, y los músicos solamente llegaban a Comandante. Entonces yo fui el que fue abriendo caminos pero no por mí. Es curioso pero la mayoría de mis músicos si no fuera en un acto oficial jamás me saludaban. Yo para ellos no era ni el Coronel, ni el Teniente Coronel, sino el jefe. Había un buen “feeling” aunque seguro que no tenía a todos conmigo pero esto a mi no me sorprende porque soy una persona normal y pienso que los músicos, los artistas son muy difíciles. Cuando me decían que como veía eso, yo contestaba que el mejor director de orquesta fue Jesucristo y con lo listo que era se hizo una banda de doce pensando que los iba a controlar a todos, y entonces le salió uno mal. Yo que no soy Jesucristo y tengo ciento y pico, ¡fíjate lo que tendré!

¿Qué se considera más, músico o militar?

Yo soy esencialmente músico pero también soy militar-músico. Hay dos grandes símbolos nacionales que es por igual la bandera y el himno. Digamos que los militares guerreros son los encargados de guardar la bandera y los militares músicos somos los encargados de salvaguardar el himno. La verdad es que las Fuerzas Armadas es mucho más bonito, mucho más fácil de lo que la gente piensa. Las Fuerzas Armadas son una gran familia. Aprendes muchísimas cosas que en otro tipo de sociedad no se practican como es el compañerismo, el sentido de la responsabilidad, como es la amistad y sobre todo a darte cuenta que en la vida no todo te va a salir como tú quieres. Cuando te dan una orden que no entiendes, por disciplina la acatas. Me sorprenden cuando me decían que la disciplina es una cosa militar. Yo, que estudié pedagogía y soy maestro, les decía que estaban equivocados. Disciplina viene de discípulo que significa capacidad para enseñar, no es una cosa militar. Fuerzas Armadas es gente idealista, porque esencialmente para ser militar hay que tener vocación. Es de las profesiones más vocacionales porque no es por alcanzar un gran sueldo, es algo que conforme lo vas entendiendo te ayuda a comprender más y más los verdaderos valores humanos.

En esta vida casi todo tiene un principio, una trayectoria y un final. ¿Un símbolo de identidad como es el himno también tendrá su final?

No. El himno no va a tener un final porque es un poco la expresión de la mentalidad de una nación. El himno va a seguir sonando igual pero como lo van a entender de aquí a cincuenta años, aunque suene igual, va a ser diferente porque la mentalidad va a ser diferente. El himno es algo que vive con su tiempo. Y quizás algún día podremos tener una letra, sí y no. Realmente es muy difícil porque está claramente demostrado que las naciones que son naciones antes no tienen letra con la excepción del himno inglés “Dios salve a la Reina”. Pero por ejemplo el himno holandés, que junto con el español es de los más antiguos del mundo, tampoco tiene letra. En España se han hecho intentos de ponerle letra pero ¿por qué fracasan? Por la idiosincrasia española, somos muy especiales.

Francisco Grau define como experiencia desagradable la protagonizada por el Comité Olímpico Español y su encargo de letra para el Himno Nacional. “No entendí que el Comité Olímpico quisiera hacer eso porque bajo ninguna consideración legal le correspondía hacerlo” afirma Grau quien informa sobre la fórmula legal de dotar letra al himno que es en base a la convocatoria de un concurso literario y por decisión del Congreso. Sin embargo, Francisco Grau se pregunta: “¿Seremos capaces los españoles de aceptar que eso ha sido en época de los socialistas cuando los socialistas están en el poder, o al contrario? Hay cosas con las que no debemos jugar, como son la bandera y el himno. Son valores intocables. A veces yo digo que dentro de lo malo que cada uno cante en su interior lo que para él es España, cómo la siente”.

Usted ya forma parte de la historia del Himno Nacional, pero si pudiera elegir un momento de esa historia para revivirla en persona ¿cuál sería?

Cuidado, hay que dejar las cosas como son. ¿Tú te has parado a pensar que el Himno Nacional de España es el himno más democrático del mundo? No es un himno que encarga ninguna monarquía, ni ningún ser poderoso. El himno surge como consecuencia de que los reyes llevan unos señores muy altos que los protegen, que son los granaderos. Estos señores para acompañar a los reyes deben acompasar su forma de andar y para que esto se pueda hacer de una forma correcta se hace mediante una música para marchar. Cuando los reyes, por ejemplo, venían a mil metros de aquí llevaban unos pínfanos, que son una especie de flautines pequeños que suenan muy agudos y las vibraciones llegan antes. Y cuando la gente oía la música decían “que vienen los reyes”. Entonces la Marcha Granadera paso a ser Marcha de los Reyes, pero era el pueblo el que le dio la denominación de Marcha Real. Hasta tal extremo esto es cierto que el general Prim en el siglo XIX en un momento de enfado quiso crear, no un himno, sino una marcha nacional, también sin letra porque los signos que tienen letra son como consecuencia de los nacionalismos. Entonces se presentan los mejores compositores del momento y el jurado después de deliberar mucho tiempo, dicen que lo mejor para España es que siga con la Marcha Real porque es lo que el pueblo entiende. Es el pueblo el que lo ha elegido. Por eso va a ser muy difícil si intentan cambiar el himno. El cambiar el Himno Nacional o la Marcha Real en España va a ser muy difícil porque da igual que sean de izquierdas o de derechas, es algo del pueblo. Por eso el Himno Nacional español tiene una fuerza mucho más grande de lo que la gente piensa.

Me imagino que el himno de España es el más querido para usted pero ¿es el que más le agrada en comparación con otros himnos?

Una cosa es como lo oigo yo. Yo puedo decir que soy la persona que más veces ha dirigido el himno nacional, el anterior y este. Y que cada vez que cogía la batuta y daba entrada al himno nacional, yo sentía algo especial. El himno nacional tiene un algo para mí. Pero eso me deja ver perfectamente que existen otros himnos que son preciosos. Quizás dentro de lo que es un himno “La Marsellesa” es uno de los grandes himnos, el “Dios salve a la Reina”, el himno alemán y austriaco, que es el mismo, son una coral de uno de los grandes músicos clásicos germanos. Todos estos son grandes himnos. Incluso el himno de la antigua Unión Soviética era una preciosidad. El himno americano cuando lo escuchamos tiene fuerza. Los himnos tienen algo que les hace atractivos y con un mensaje que no todo el mundo es capaz de ver. Pero el tiempo te dice que cuando un himno perdura y el pueblo lo acepta es que tiene un algo que se escapa a nuestra percepción pero que está ahí.

Hablando de esa percepción, ¿España es un país que ama y respeta sus símbolos de identidad nacional?

Yo te contestaría con otra pregunta. ¿En los colegios enseñamos a los alumnos a amar y a respetar los signos patrios? Por ejemplo, no es el mismo caso pero ahora acaba de finalizar la 57 edición del Certamen Internacional de Habaneras y Polifonía, y hace tiempo que un coro nacional no es el ganador absoluto. Y la pregunta es la misma, ¿cuándo los niños se ponen a cantar, cuándo aprendemos a cantar la música que está en el Trivium y Quadrivium de la formación griega? Hay mucha gente que sabe de música pero no sabe música. Hay mucho melómano que se compra discos, grabaciones y se dice que este tío sabe de música. No, ese tío sabe de grabaciones pero no sabe música. Saber música es tener capacidad para escuchar intelectualmente una obra musical. En este país yo he escuchado en el Palacio Real altos mandatarios de nuestra nación decir “es que yo de música no tengo mucha idea”, o confundir una obra barroca con una obra clásica y quedarse tan tranquilo. Yo creo que es en los colegios donde debemos enseñar lo que es la nación española, lo que significa España, que tenemos un símbolo nacional y sobre todo que somos un país con una historia fabulosa que todo el mundo debe conocer para sentirnos orgullosos. Recuerdo que el agregado de Estados Unidos me decía “ustedes tienen una riqueza que si nosotros pudiéramos comprar…”. Yo le contestaba que ellos eran el país más rico del mundo y me contestaba: “sí, pero no tenemos historia”. Sinceramente, creo que necesitamos reflexionar muy despacio e intentar conseguir algo que necesitamos y que es sentirnos unidos y ver una cosa maravillosa que es ser español, que tenemos muchas cosas de las que sentirnos orgullosos.

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