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Master oficial en Protocolo en la UNED

La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) impartirá para el próximo curso académico, 2014-2015, el Master Universitario en Protocolo coordinado por la Doctora Mª Dolores del Mar Sánchez González.

El master ha sido verificado favorablemente por la ANECA el 31 de julio de 2014, y  tiene una duración de 2 años y una dedicación de 90 créditos ECTS, que comprenden una parte general (30 créditos) en la que se sitúan contenidos genéricos presentados en 6 asignaturas obligatorias, imprescindibles de conocer por cualquier protocolista -independientemente de su nivel de especialización-, a estudiar en el primer semestre, y una parte especial (50 créditos), donde figura el protocolo en los distintos ámbitos específicos por sus contenidos, por su aplicabilidad a determinados públicos o por la vertebración y estructuración espacial que nos podamos encontrar, divididos en 10 asignaturas que se estudiará durante el segundo y tercer semestre. Se deja el cuarto semestre para el TFM (10 créditos).

Los estudios de protocolo en la UNED.

En la actualidad existe un Master en protocolo título propio en la UNED, que cuenta con mas de 1000 alumnos egresados, tras más de diez años de convocatoria. Son múltiples las reivindicaciones de nuestros ex alumnos de dar el paso hacia la oficialización del título debido a su alto nivel y la amplia aceptación empresarial del mismo. Esa necesidad social nos lleva a los profesores del equipo docente de protocolo de la UNED a plantearnos la conveniencia de que una Universidad a distancia con proyección no sólo en el territorio nacional sino también en Iberoamérica, Europa y Asia, y con las peculiaridades del uso de la metodología a distancia de la UNED, incorpore el protocolo a su lista de postgrados oficiales.

La adscripción del Master en Protocolo la Facultad de Derecho es consciente, premeditada y nada casual, no sólo por la existencia de una tradición docente en el tema, sino por la reivindicación de la normatividad y juridicidad como una parte esencial de este tipo de estudios, ya que en esencia, en su origen y en sentido estricto, el protocolo es, primero, norma, y después, derecho. Y las fuentes o modos de creación del protocolo son dos: el derecho y la costumbre, entendida ésta como aquella reiteración de prácticas que se consolida con el tiempo y a la que se le da un valor social, e incluso jurídico, determinante.

El protocolo aparece pues vinculado con los mecanismos procesales de las instituciones a las que sirve de soporte. De ahí, que confundir el protocolo con las normas de urbanidad y cortesía, con los usos sociales, sea excesivamente simplista. No obstante, lo primero será distinguir lo que el colectivo llama “protocolo” en sentido amplio, que no es más que un conjunto de normas, usos y costumbres que determinan el orden de celebración de actos o eventos, del Protocolo en sentido estricto, que son las normas jurídicas establecidas por el  Estado y de obligatorio cumplimiento, por las que las instituciones político-administrativas se regulan a la hora de visibilizar la presencia del poder instituido en la sociedad nacional y mundial y que determinan el orden de celebración de actos públicos oficiales.

El protocolo como disciplina.

El protocolo es una disciplina transversal al derecho, a la historia, a la comunicación y a las relaciones publicas. De ahí que en los estudios de postgrado tengan su mejor aplicabilidad educativa e investigadora, ya que es necesario que cualquier licenciado o graduado que pueda necesitar de estos conocimientos en sus áreas de trabajo e investigación respectivas, dispongan de los mismos, y se fomente la investigación y la docencia multidisciplinar. Juristas, periodistas, profesionales del turismo, empresarios, políticos, financieros, ejecutivos, farmacéuticos, funcionarios, profesores, etc… necesitan de la complementariedad de sus conocimientos superiores universitarios con conocimientos de protocolo con los que poder afronta la visibilización e imagen institucional y la mediación con personalidades de alto nivel o autoridades políticas, así como con los ciudadanos.

A la vez es preciso profundizar teóricamente y mediante la investigación en esta disciplina, que ha saltado a la Universidad sin haberse sentado las bases teóricas de la misma, para construir una estructura sólida científicamente fundamentada. Por otro lado, existe una fuerte demanda social de estudios universitarios específicos y de calidad dedicados al protocolo, y la Universidad debe intentar transferir los resultados de su investigación a una sociedad en continuo crecimiento y evolución, y contribuir a la consolidación de las disciplinas científicas en curso de desarrollo.

Esta es una disciplina científica en la que existen en la actualidad tres escuelas –una comunicológica, una relacionista pública y una jurídica- pero en la que sólo se ha desarrollado la comunicológica, mientras que la escuela jurídica no había adquirido aún su potencial, reivindicando su puesto. Una disciplina que auxiliada de unas herramientas (escritura, oratoria, tecnología, …), y técnicas específicas (entre las que se encuentran las técnicas de organización de actos), auxiliándose de otras disciplinas (historia, heráldica, simbología y vexilología, …) y unas determinadas estrategias, determinan las necesidades procesales de las instituciones públicas y de organizaciones privadas.

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