Las personas con una misión a desarrollar en la Santa Sede, o las que forman parte del gobierno de la Ciudad del Vaticano, tienen asignados un tratamiento.
Los tratamientos son títulos que se dan a alguien por cortesía o por el desempeño de un cargo, y en la Iglesia católica se mantiene, se custodia y se actualiza los tratamientos de sus ministros.
Actualmente los títulos honoríficos están establecidos en el motu propio «Pontificalis Domus», del Papa Pablo VI del 28 de marzo de 1968. Las tres categorías de títulos honoríficos eclesiásticos son:
- Protonotario apostólico: es una dignidad eclesiástica que conlleva honores de prelacía y se dividen en numerarios y supernumerarios.
- Prelado de honor de Su Santidad: es un cargo honorífico que se otorga a sacerdotes como reconocimiento de sus méritos en el ministerio sacerdotal. También se concede este título a los clérigos del colegio prelaticio y a los auditores del Tribunal de la Rota de la Nunciatura Apostólica.
- Capellán de Su Santidad: se concede a los sacerdotes por su servicio y entrega a su misión.