Se dice que el Cantar de los Cantares fue la inspiración del papa Inocencio III para elaborar la lista de los colores litúrgicos a finales del siglo XII, tal y como recuerdo en el artículo El azul, color mariano.
El Cantar del Antiguo Testamento nos habla de narcisos, lirios y nardos.
Yo soy el narciso de Sarón
y el lirio de los valles.
Estas referencias se toman como ejemplo para establecer oficialmente, por primera vez, los colores litúrgicos de la Iglesia católica. Estos se encuentran recogidos en el tratado De sacro altaris mysterio: albus (blanco), rubeus (rojo), niger (negro) y viridis (verde).
Estos colores siguen vigentes hoy en día y son recogidos en la Instrucción general del misal romano junto al morado y el rosa. Sus usos son los siguientes.
El blanco
El color blanco se emplea en las misas del Tiempo Pascual y de la Natividad del Señor. También se destina a las celebraciones de la Virgen María, de los Santos Ángeles y de los Santos que no sean mártires.
En referencia a festividades concretas, se estipula el uso del blanco en Todos los Santos, el 1 de noviembre; en San Juan Bautista el 24 de junio; en San Juan Evangelista, el 27 de diciembre, en la Cátedra de San Pedro, el 22 de febrero; y en la Conversión de San Pablo, el 25 de enero.
El rojo
El color rojo se usa el domingo de Pasión, el Viernes Santo y el domingo de Pentecostés. También en las celebraciones de la Pasión del Señor, en las fiestas natalicias de Apóstoles y Evangelistas y en las celebraciones de los Santos Mártires.
El verde
El color verde se reserva para los oficios y misas del tiempo ordinario.
El morado
El color morado está destinado para Adviento y Cuaresma. Además también se puede usar en las misas de difuntos.
El negro
Por tradición, el color negro puede usarse en las exequias.
El rosa
El color rosa se reserva al tercer domingo de Adviento, Gaudete, y al cuarto domingo de Cuaresma, Laetere.
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