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Las primeras condecoraciones del otoño

El mes de septiembre finalizó con tres concesiones de la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil creada en la década de los setenta del siglo XX, concretamente con la Ley 19/1976 y con la finalidad de premiar las acciones y conductas en beneficio del prestigio del Cuerpo de la Guardia Civil. Y el mes de octubre se estrena con quince concesiones de la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio y dos Corbata de la citada Orden.

Actualmente, la recompensa de carácter civil al Cuerpo de la Guardia Civil está regulada por la Orden INT/2008/2012, normativa que aprueba la categoría de la Gran Cruz, inexistente en la ley anterior.

La Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil se concede a oficiales generales, personal civil, entidades y patronazgos en atención a los sobresalientes méritos relacionados con la Guardia Civil y con la seguridad pública.

La categoría de la Gran Cruz consta de la Placa y de Banda. La Placa se coloca en la parte delantera del uniforme y la Banda se lleva terciada del hombro derecho al lado izquierdo y su uso es único, al margen de que el titular de la misma esté en posesión de otras Grandes Cruces del Mérito.

Tras la firma del final de la Guerra Civil, Francisco Franco aprueba el Decreto de 11 de abril de 1939 creando la Orden de Alfonso X el Sabio, a propuesta del Ministro de Educación nacional, Pedro Sainz Rodríguez, con el objetivo de recuperar la finalidad de premiar los méritos intelectuales de la Orden civil de Alfonso XII, fundada en el año 1912 bajo el reinado de Alfonso XII.

La Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio se concede a españoles o extranjeros que han contribuido con sus acciones al desarrollo de la educación, la ciencia, la cultura, la docencia o la investigación en un grado excepcional. Los titulares de esta categoría pueden optar a ser nombrados vocales del consejo de la Orden.

Fotografía: Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil.

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