Recientemente el papa Francisco ha nombrado a monseñor Joseph Murphy jefe de protocolo de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
La Santa Sede es el órgano supremo de gobierno de la Iglesia católica con personalidad jurídica e internacional. Además, se apoya en dos aspectos básicos:
- como máxima representación de la Iglesia católica
- como Estado.
Básicamente la Santa Sede es el conjunto formado por el romano pontífice y los dicasterios que forman la curia romana para el gobierno de la Iglesia católica, en nombre y bajo la autoridad del papa.
Este conjunto de dicasterios y organismos que ayudan al romano pontífice en el ejercicio de su misión pastoral es lo que la constitución apostólica “Pastor Bonus” denomina como curia romana:
Artículo 1. La Curia Romana es el conjunto de dicasterios y organismos, que ayudan al Romano Pontífice en el ejercicio de su suprema misión pastoral, para el bien y servicio de la Iglesia universal y de las Iglesias particulares, con lo que se refuerzan la unidad de la fe y la comunión del Pueblo de Dios y se promueve la misión propia de la Iglesia en el mundo.
Y dentro de los dicasterios se encuentra la Secretaría de Estado que está comprendida por dos secciones:
- La sección de Asuntos Generales: le corresponde despachar, de modo particular, los asuntos referentes al servicio cotidiano del sumo pontífice, ocuparse de las cuestiones por tratar fuera de la competencia ordinaria de los discaterios y cumplir con todo lo que se refiere a los representantes de los estados ante la Santa Sede.
- La Sección de Relaciones con los Estados: su función propia es atender los asuntos que se han de tratar con los gobiernos.
Las dos secciones están dirigidas por un arzobispo, mientras que la Secretaría de Estado está presidida por un cardenal que recibe el título de Secretario de Estado.
En definitiva, la Secretaría de Estado funciona igual que la presidencia del gobierno de un país.
©Portugal Bueno, 2018