Cuando ofrecemos información a los medios de comunicación es porque queremos que esa información llegue al público. Para lograr este objetivo no debemos dar información sin más, debemos buscar y marcar el mensaje. Por lo tanto, debemos tener claros cuáles son los objetivos de esa información que estoy dando, si no lo hacemos así, la información que llegue, si es que llega, será vaga e imprecisa. Tenemos que saber cuáles son nuestros objetivos y estos serán pocos y muy definidos.
Por ejemplo, si estamos preparando una rueda de prensa tenemos que marcarnos uno o dos objetivos perfectamente claros, y tenerlos presentes durante toda la comparecencia. Nosotros somos los que tenemos que llevar el ritmo de la comunicación, no el periodista.
¿Qué es lo que quiero lograr? ¿Informar? ¿Convencer¿ ¿Persuadir? ¿Motivar?
Sea cual sea mi objetivo, una de las premisas, la más importante, es la claridad. Tenemos que ser claros pero ¿hasta qué punto? A esta pregunta nos responde Quintiliano:
La claridad no es decir las cosas de forma que nos puedan entender, sino decirlas de tal manera que no exista la más remota posibilidad de que no nos entiendan.
La segunda condición primordial en nuestras informaciónes a los medios de comunicación es la brevedad. Todos recordamos la famosa respuesta del César cuando el senado le preguntó sobre su campaña contra el rey de Pontones: «Veni, vidi, vici».
No se puede desperdiciar el tiempo de la gente, y, por lo tanto, tampoco el de los periodistas, profesionales que dependen mucho del buen uso del tiempo.
La rueda de prensa.
La rueda de prensa se puede definir como un encuentro provocado por la fuente para comunicar uno o varios temas a la vez. Por supuesto, el tema tiene que ser relevante para convocar a los periodistas, si no es interesantes es mejor no contarlo.
Junto a la importancia del asunto a informar es necesario que la rueda de prensa no se eternice. Si tu idea no la puedes contar en diez minutos es que está mal contada. Además, cuanto más tiempo se comparece ante los medios de comunicación, más posibilidades hay de meter la pata.
Algunos trucos para conseguir el éxito en la organización de una rueda de prensa:
- Agradecer al inicio y al final la presencia de los periodistas.
- Insistir mediante voz, gestos, o directamente, la parte fundamental del discurso.
- La rueda de prensa no se lee.
- No memorizar.
- Hay que pensar en el interés de nuestro público objetivo, a quién nos dirigimos.
- Ordenar el discurso: primero hechos, segundo conclusiones y después el resto; o al revés, por ejemplo, si los hechos son largos.
- Sin prólogos, sin justificación. Brevedad.
- Con rigor y con sencillez.
- Ser conciso y amable.
- Mejor las preguntas al final, que los periodistas no rompan el discurso.
Y ¿cuál es la mejor hora para la rueda de prensa? Entre las 10.30 y las 12.30. Y si hay que hacerla por la tarde, pensar en la hora del cierre.
©Portugal Bueno, 2017