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La prensa española no está hablando imparcialmente del problema palestino-israelí

Francisco Sempere Botella, presidente del Instituto de Cultura Alicante-Israel y del Tarbut Sefarad.

Reconozco que existen acontecimientos que por mucho que intente informarme académicamente sobre ellos voy a ser incapaz de entender. Por esta razón, si tengo la oportunidad de que alguien en primera persona me dé esa información no lo dudo ni un momento y le escucho. Uno de estos temas es Israel y Palestina. Y la persona que he podido escuchar hablando en primera persona sobre el “Presente y futuro del estado de Israel” ha sido Francisco Sempere Botella, presidente del Instituto de Cultura Alicante-Israel y de Tarbut Sefarad. Estas dos organizaciones son culturales cuya finalidad se concreta en dos objetivos: acercar a la provincia de Alicante personas técnicas en cualquier materia para informar y enseñar conocimientos y tecnología; y enviar a Israel jóvenes para que aprendan a racionalizar el agua y su buen uso.

Francisco Sempere dividió la conferencia en cinco apartados para conseguir una mayor comprensión de la ponencia: nacimiento del estado de Israel; futuro nacimiento del estado palestino; la imposible convivencia; los treinta primeros años; y los intentos de aproximación. En toda disertación siempre existen frases para recordar. En este caso yo elijo la siguiente: “Los pueblos árabes se están cansando de sus gobierno teocráticos”.

En ocasiones se comenta que para conocer la historia de algún acontecimiento de un país, como por ejemplo una guerra, hay que leerse un buen libro y no fiarse mucho de lo publicado en los medios de comunicación. ¿Está usted de acuerdo?

Estoy totalmente convencido que esto es así, tal cual usted ha formulado la pregunta. Primero, hay que estar “in situ” en el sitio. Segundo, leer un autor totalmente imparcial. Y desgraciadamente, que no me gusta decir esto, los medios de comunicación en Europa, en términos generales, no son imparciales.

Esta opinión la ha compartido en su conferencia al afirmar que la prensa occidental no es imparcial en el conflicto Israel-Palestina.

Efectivamente. Usted me pregunta por la prensa occidental. Yo me voy a ceñir a la prensa española para ser más explícito. Desgraciadamente, en los últimos tiempos, la prensa española no está hablando imparcialmente del problema palestino-israelí. Antes en la charla le hablaba del problema de los barcos con las ongs que supuestamente llevaban comidas. Es verdad, llevaban comidas, pero también llevaban otras cosas. Y esto lo ha demostrado el estado de Israel, porque cuando el estado de Israel permite a cualquier barco del mundo civilizado que lleva comida, material tecnológico o cualquier material que sirva para avances sociales a través del puerto de Ashdod, tiene la puerta abierta y llegan íntegramente todas las mercancías a Gaza sin ningún problema. Lo que ocurre es que cuando se quiere, o se intenta, romper un bloqueo que por algo se ha hecho y se ha demostrado que es efectivo, evidentemente tiene estas consecuencias que son lamentables para todos.

¿Cuál es la situación actual del periodismo en Israel?

En Israel, como en todos los lados, hay hombres que opinan en plan conservador y hombres que opinan en plan liberal. No todo el mundo en Israel está dispuesto a dar la vida por la patria, aunque sí la mayoría. Pues evidentemente en la prensa pasa lo mismo. Hay un partido laborista que es muy fuerte y un partido Likud o conservador que también es muy fuerte. Entonces, los periodistas de tendencia conservadora siempre engrandecen, quizás un poquito por encima de lo normal. Como los de tendencia laborista o izquierdista intentan minimizar un poquito por encima de lo normal.

¿Cuál es la situación de la mujer periodista en estos países?

En Israel, tengo que decirle, que no hay ninguna discriminación entre el hombre y la mujer, no sólo entre los periodistas sino en cualquier profesión. El Israel de hoy, y les invito a que viajen hasta allí y lo comprueben personalmente, es un país occidentalizado, un país con unas normas democráticas por encima de cualquier abuso. Es evidente que en todos los lados hay personas, casos concretos, que deterioran a los colectivos. Esto también está ocurriendo en España y en el mundo occidental. Pero allí, hombre periodista, mujer periodista, no hay esta distinción. ¿Qué ocurre con los países pro-árabes? Desgraciadamente esto a la vista está. Desgraciadamente la mujer todavía sigue estando relegada a un papel secundario. Y esto es triste y lamentable. Cosa que deseamos que pronto, con los medios que le están llegando a Palestina, el gobierno palestino cambie y miren al frente, busquen progreso. Y entonces como una nación que quiere nacer, y que quiere ser una nación también en el mundo civilizado, tengan maestros que impartan cultura, tengan policías que impartan orden. Y a partir de ahí que tengan médicos que lleven todos los avances científicos que la medicina está trayendo a la Europa Occidental y al mundo civilizado. Ellos también se lo merecen porque el pueblo palestino también está sufriendo estas carencias. Y no hay derecho que esto suceda por culpa de unos grupos radicales como la Hizbulá que está oprimiendo a parte del pueblo palestino. Por este motivo tenemos que rebelarnos desde cualquier país civilizado y decir ya está bien. Dejémonos de poderes teocráticos. Dejémonos de poderes de grupos terroristas que amenazan. Dejémonos de todo aquello que oprime. El hombre y la mujer somos idénticamente iguales y tenemos derecho a ocupar sitios y cargos y defender las mismas profesiones en cualquier lugar del mundo.

Desde ese poder teocrático que está comentando, ¿existe una libertad de prensa?

No, evidentemente no. El poder teocrático controla todos los medios de comunicación. Fíjese usted en Egipto que era un país con poder teocrático, porque allí mandaba un presidente y su familia. No hay parlamento ni poderes legislativos. El presidente es el que manda, es el que controla y el que se sale de la línea no vuelve a aparecer más. Desgraciadamente esto todavía es algo que les va a costar de conseguir. Es cuestión de tiempo. Es cuestión de tenacidad. Y es cuestión de que se vayan fijando en el espejo de la Europa Occidental y entonces dar un paso al frente. El miedo que hay es salir de un poder teocrático personalizado y volver a caer en manos de unos santones que detentan el poder teocrático desde un partido, que sería otra vez el poder de la partitocracia, que a lo mejor es tan malo como el teocrático.

¿Conoce la situación profesional de los corresponsales españoles en Israel?

Usted como técnica y como profesional conocerá a su compañero Enrique Zimmerman que es un hombre todo terreno. Igual usted lo tiene hoy en Tel Aviv, mañana en Jerusalén, luego en Amán, luego en Beirut. Es un hombre que tiene una libertad de movimiento impresionante. Un hombre respetado por palestinos y por judíos, por árabes del Líbano y de Siria, por hachemitas de Jordania. Es decir, un hombre que está en todos los lados, un hombre que se puede mover. Es el corresponsal para todo Oriente Medio. Es un hombre que sí es muy capaz, pero ¡cómo puede tener tanta vitalidad, que ya tiene unos pocos años, para recorrer tantos kilómetros en tan poco tiempo y estar en todos los lados cuando se precisa! Y trayéndonos una información bastante acertada y bastante cercana a la realidad.

Hablando de esa realidad cercana. Ha informado durante la conferencia sobre la existencia de una emisora de radio en Alicante llamada Gold Israel.

Dependiendo de las horas de la noche se puede coger a partir de Radio Nacional de España. Gold Israel es una emisora que emite para el mundo entero en castellano. En Israel se habla dos castellanos. El castellano primitivo, antes de la reforma, y el castellano actual. Es decir hoy se escribe en ladino que es el nombre del castellano en el cual aquí tenemos escritos de Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, Miguel de Cervantes, el castellano primitivo hasta la gran reforma del XVI-XVII. Entonces, en Gold Israel es en la lengua actualizada. Pero allí se publican periódicos y revistas que en España, en la madre patria, se ha perdido. Allí se sigue publicando en ladino, el idioma que se llevaron nuestros hermanos españoles, porque el judío sefardí es judío español que tuvo que marcharse por la intolerancia religiosa de nuestros Reyes Católicos mal aconsejados. En definitiva, yo le tengo que decir que en España no se habla en ladino y en Israel se habla ladino, el español del siglo XIII-XIV. Esto es un orgullo y nos llena de satisfacción.

El presidente del Instituto de Cultura Alicante-Israel no puede esconder su emoción y pasión al hablar de Israel, y de cómo el pueblo árabe está despertando.

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