Todos los miércoles del año, salvo excepción, el papa celebra Audiencia General a las 10.30 horas de la mañana en la plaza de San Pedro cuando el tiempo meteorológico lo permite, y cuando no es así, se celebra en el aula Pablo VI.
El organismo encargado de organizar estas audiencias es la Prefectura de la Casa Pontificia cuya finalidad es ordenar el servicio de antecámara y organizar las audiencias solemnes que Su Santidad concede a los jefes de Estado, presidentes de Gobierno, ministros y otras personalidades eminentes, así como a los embajadores que llegan al Vaticano para presentar sus Cartas Credenciales.
La Prefectura prepara todas las audiencias, privadas, especiales, generales, y las visitas de las personas admitidas a la presencia del Sumo Pontífice. Asimismo dispone lo que se refiere a las ceremonias pontificias, excepto la parte estrictamente litúrgica, a los Ejercicios Espirituales del Santo Padre, del Colegio Cardenalicio y de la Curia Romana.
Además, la Prefectura se encarga de los preparativos necesarios y oportunos cada vez que el Santo Padre sale del Palacio Apostólico a Roma o viaja por Italia.
Tal y como nos enseña Enrique Somavilla la Prefectura de la Casa Pontificia fue constituida por Pablo VI en 1987 bajo la denominación de Prefectura del Palacio Apostólico y con la cual reunió «las competencias y atribuciones que eran propias de la Congregación del Ceremonial y de los Oficios del Mayordomo y del Maestro de Cámara».
En 1968 con el Motu propio Pontificalis Domus se cambia el nombre por el de Prefectura de la Casa Pontificia.
Somavilla nos indica en su libro Protocolo en el Estado de la Ciudad del Vaticano. Tradición y modernidad, que
La Prefectura examina el orden de precedencia de la Capilla y de la Familia Pontificia, del Colegio de Cardenales, de la Curia romana y de los enviados Diplomáticos acreditados ante la Santa Sede. De acuerdo con la Secretaría del Estado y la oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice dispone, finalmente, los ornamentos necesarios para todas las ceremonias pontificias, sean religiosas o civiles, como también la ropa que deben llevar los componentes eclesiásticos o laicos de la Casa Pontificia.