La fiesta del municipio de Laredo (Cantabria)”Batalla de Flores” inicia su andadura para conseguir su declaración de Bien de Interés Local Etnográfico Inmaterial, atendiendo a la ley de Cantabria 11/1998, de 13 de octubre, de Patrimonio Cultural de Cantabria cuyo objetivo es “defender, proteger y conservar dicho patrimonio para que las actuales y futuras generaciones de ciudadanos disfruten, ahora y en el futuro, de una herencia ancestral que ha dado forma, a través de las diversas etapas de la historia, a la Comunidad Autónoma de Cantabria”, recuerda el Acuerdo de 2 de julio de 2014, de la Dirección General de Cultura, de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte, por el que se incoa expediente para la declaración de la Batalla de Flores de Laredo como bien de interés local etnográfico inmaterial, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) número 182 del 28 de julio de 2014.
En esta resolución, concretamente en su anexo, se describe en qué consiste la fiesta laredana por excelencia, la Batalla de Flores.
La denominada «Batalla de Flores» es, sin lugar a dudas, la fiesta más notoria de todas las celebradas en la localidad costera de Laredo. Este festejo se realiza, desde comienzos del s. XX con la única interrupción de la guerra civil española, el último viernes del mes de agosto, fecha alegórica que marca el término del periodo estival de cada año y representa la conclusión de la temporada turística.
La fiesta se conforma por una parada de carrozas con estructuras figuradas ornamentadas con flores naturales. Se acompaña de toda una serie de actos que cortejan la celebración (peñas, bandas de música y charangas, mercadillos, grupos folclóricos). El festejo culmina con un espectáculo multicolor de fuegos artificiales con el escenario de fondo de la bahía de Laredo y su playa de Salvé.
La celebración de la fiesta se concentra en un único día, a pesar de que sus preparativos requieren de un esfuerzo mantenido durante meses por parte de un conjunto nutrido de la población laredana. La decoración y ornato de las carrozas demanda una elevada cantidad de flores que son cultivadas en la villa, en su mayoría por los propios carrocistas. A la dura labor de la floricultura se le suma el diseño y ejecución de las carrozas. A la víspera de la fiesta se le conoce como la «Noche Mágica», en la que se ultiman las complicadas construcciones para el desfile. Es un momento culminante, en el que cientos de artesanos trabajan denodadamente para concluir las carrozas, mientras miles de personas realizan el circuito que les llevará por la ubicación de las diferentes carrozas, observando la manera de trabajar de estos artesanos de la flor.
El viernes, día de la «Batalla de Flores», las cuadrillas de carrocistas recorren el circuito (3 veces), que discurre por la Alameda de Miramar. Se consuma una manifestación multitudinaria en la que, de forma directa o indirecta, se involucra a la mayor parte de los vecinos de la Villa de Laredo y que aglutina a un muy nutrido número de visitantes y turistas.
Puede leer el Acuerdo pinchando aquí.