En el año 1996 salió a la luz el libro «Inteligencia emocional» de Daniel Goleman y que yo adquirí en 2007. El motivo fue el aprender la importancia que tiene la inteligencia emocional en nuestras relaciones personales, sociales y profesionales, y por lo tanto también en el profesional del protocolo.
La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía o la agilidad mental. Cuestiones que considero de gran interés para la persona que esté relacionada con el protocolo y, en general, con el desempeño de cualquier actividad.
El autor distribuye su obra en cinco grandes apartados:
- El cerebro emocional.
- La naturaleza de la inteligencia emocional.
- Inteligencia emocional aplicada.
- Una puerta abierta a la oportunidad.
- La alfabetización emocional.
De la lectura de «Inteligencia emocional» de Daniel Goleman destaco los siguientes párrafos:
La raíz más primitiva de nuestra vida emocional radica en el sentido del olfato.
Nuestras emociones tienen una mente propia, una mente cuyas conclusiones pueden ser completamente distintas a las sostenidas por nuestra mente racional.
La inteligencia académica no ofrece la menor preparación para la multitud de dificultades -o de oportunidades- a la que deberemos enfrentarnos a lo largo de nuestra vida.
La enseñanza de Sócrates «conócete a ti mismo» -darse cuenta de los propios sentimientos en el mismo momento en que éstos tienen lugar- constituye la piedra angular de la inteligencia emocional.