Una de las materias que más me preocupan, no sólo como periodista sino como hablante, es el correcto uso del lenguaje. Se trata de un conocimiento que para mí no tiene fin y que me supone un esfuerzo para conseguir esa máxima del lenguaje: claro, conciso y concreto. Por propia experiencia sé lo difícil que es hacer un uso correcto del lenguaje y por esto no suelo llamar la atención ni criticar la forma de hablar de los demás. Sin embargo, hay casos que son de juicio, sobre todo cuando los protagonistas son periodistas que ponen de manifiesto, una y otra vez, que les preocupa poco hablar bien. Estos profesionales creen que haciendo un uso incorrecto del lenguaje van a conectar más con la gente, sobre todo los locutores de radio.
Hace escasos días me puse de los nervios escuchando la tertulia de una emisora local. En pocos minutos dijeron tantas barbaridades que recordé las palabras de Jaime Olmedo, Premio Fernando de Rojas de las Artes y las Letras: “Ni profesores, ni escritores, el referente idiomático actual” lo fijan los periodistas asumiendo su “carga de responsabilidad” con la sociedad. La herramienta de trabajo de los periodistas es el lenguaje, solamente tenemos esta por lo que debemos cuidarla, perfeccionarla, ampliarla. En definitiva, el profesional de la comunicación debe amar el lenguaje y ese amor lleva implícito el respeto. Por lo tanto, no podemos permitirnos el uso de “porrón” como sinónimo de “numerosos”, o “chorreo de inauguraciones”, o “estamos hablando de que…”.
A continuación enumero los llamados “25 mandamientos del periodista” redactados por el periodista de The Guardian, Tim Raford. Animo a todos a leerlos. Aunque algunos consejos ya los conocemos no está de más recordarlos, y los que desconocemos hacer el esfuerzo de aprenderlos y aplicarlos, sobre todo los que nos dedicamos y amamos nuestra profesión, el periodismo, porque ¿qué credibilidad puedo tener ante los demás si no muestro un total respeto y devoción por mi lengua, mi única herramienta de trabajo?
1.- Cuando te sientas a escribir solo hay una persona importante en tu vida: el lector.
2.- Usted no escribe para impresionar a los científicos que acaba de entrevistar, ni al profesor ni al editor, ni a su madre. Está escribiendo para impresionar a alguien que deja de leer en cinco segundos.
3.- Por esto la primera frase que escriba será la frase más importante en su vida, al igual que la segunda y la tercera. Porque aunque uno pueda sentirse obligado a escribir, nadie se siente obligado a leer.
4.- Palabras simples, ideas largas y oraciones cortas.
5.- “Nadie se quejará porque han hecho algo muy fácil de entender”.
6.- Otra frase que hay que tener en cuenta a la hora de escribir: “Nadie tiene que leer esta basura”.
7.- El error clásico en el periodismos es sobreestimar lo que el lector conoce y subestimar la inteligencia del lector. En caso de duda, asuma que el lector no sabe nada, pero no asuma que el lector es tonto.
8.- La vida es complicada pero el periodismo no puede ser complicado. Tratar los temas de forma sencilla.
9.- Si el asunto es complicado buscar la esencia para exponerlo. Dar al lector una línea argumental, eliminando lo accesorio.
10.- Una historia solamente puede contar una idea. Si se atreve a contar más, siempre hacerlo siguiendo la línea argumental elegida.
11.- Pensar primero lo que quiero decir antes de escribirlo y resumirlo en una frase. Luego si esa frase tiene la fuerza necesaria para captar la atención del oyente o del lector.
12.- Siempre existe la primera frase ideal, la introducción de algún artículo. Pensar en el comienzo antes de escribir.
13.- Palabras como superficial, fácil, simplistas no son insultos para los periodistas. El lector de un periódico agradece que la información sea entendible, sin notas aclaratorias o pies de página.
14.- El buen periodismo debe tener humor, emoción, intensidad. El buen periodismo debe atraer a la gente.
15.- Las palabras tienen sus significados y hay que respetarlas. Utilizar las palabras correctamente.
16.-No hay que desechar los clichés, sino usarlos de forma adecuada.
17.- Se pueden utilizar las metáforas, pero no descabelladas.
18.- Hay que cuidar la credibilidad, por eso hay que mostrar claridad, ya que en el lenguaje periodístico no hay lenguaje corporal en donde se vea la ironía o la burla.
19.- Cuidado con las palabras largas, con la jerga, tecnicismos.
20.- Usar las palabras más sencillas. De dos palabras sinónimas utilizar la más sencilla.
21.- Recuerde que a la gente le importa lo más cercano a ellos.
22.- Leer y leer cosas muy diferentes para comprobar las cosas asombrosas que se puede hacer con las palabras. Tenga en cuenta la forma en que puede evocar mundos enteros en el espacio de media página.
23.- Tenga cuidado de todos los definitivos. Siempre hay una persona que es más grande, más rápida, más vieja, más rica. Cuidado con los superlativos. Por ejemplo, “uno de los primeros…”.
24.- Hay cosas que el buen gusto y la ley no le permiten decir en la impresión. (presunto).
25.- Los escritores tienen una responsabilidad, no solo en la ley. Hay que aspirar a la verdad, y esto es difícil, así que por lo tanto aspirar a la equidad, a tener conciencia de que siempre hay otra cara de la historia.
Estos mandamientos han sido reducidos a 10 por el periodista navarro Allandegui, dando origen al “Decálogo del periodista”:
1.- Cuando escribas, la persona más importante del mundo es tu lector. Aunque tú tengas la obligación de escribir, los demás no tiene obligación de leerte.
2.- Evita la pomposidad, la jerga, lo extravagante: palabras simples, ideas claras, frases cortas.
3.- En caso de duda, parte de la base de que el lector no sabe nada, pero sin insultar su inteligencia.
4.- Evitar decir demasiadas cosas: una historia, una idea principal. Y no empieces a escribir hasta que decidas cuál es esa gran idea. Resúmela en una frase y pregúntate: “si la escuchara mi madre, ¿le engancharía?”. Muy posiblemente termine siendo la primera frase de tu escrito. Si atinas con esa primera frase, el resto del artículo se desarrollará con fluidez.
5.- Cada palabra tiene un significado preciso. Respétalo. Consulta el diccionario a la mínima duda.
6.- A veces los clichés son útiles. Pero úsalos con moderación. Lo mismo se aplica a las metáforas.
7.- Lo que más le interesa al lector es lo que le toca más de cerca, aunque en el mundo están pasando cosas importantes.
8.- Lee. Lee mucho. Lee de todo: desde cómics, a clásicos de la literatura universal, pasando por la Biblia.
9.- Evita las afirmaciones y los superlativos absolutos. Es abrir una puerta al error.
10.- Busca siempre la verdad, y si no la alcanzas, al menos trata de ser justo y equilibrado.