“La mesa es un país que tiene usos y costumbres como los de cualquier otro, y el código goloso supone una serie de preceptos que es preciso observar, si no quiere uno quedar como un cafre”. Afirmación realizada por el primer periodista gastronómico de la historia, hace dos siglos, aproximadamente.
Los artículos publicados por Grimod de la Reynière, a principios del siglo XIX, pueden ser disfrutados hoy en el libro “Manual de anfitriones y guía de golosos”.
Es sorprendente comprobar como el protocolo social en la mesa no ha cambiado sustancialmente en todos estos años, por lo menos en lo que se refiere a la teoría.
En aquella época, se requería un aprendizaje para convertirse en anfitrión, el cual se basaba en “una buena educación y un conocimiento tan profundo de las personas como de la comida”.
Ahora, todo el mundo reconoce que sigue siendo necesario aprender buenos modales pero, ¿quién está dispuesto a pagar por ello?
“Manual de anfitriones y guía de golosos” te ayuda a disfrutar de un tiempo de lectura simpático y sorprendente. Simpático porque recuerdas las normas del protocolo social en un estilo afrancesado burgués. Y sorprendente como “los que queréis una cocina delicada y refinada, y mantenerla: purgad frecuentemente a vuestros cocineros. No hay más remedio”.