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El Niño Jesús nos visita

Para mí no hay cena más familiar que la celebrada en Nochebuena. Da igual las horas que me pase en la cocina o lo que cocine. La ilusión de reunir a los familiares que pueda, recompensa todo ese esfuerzo. Se trata de la culminación de todo un mes esperando el gran acontecimiento, el nacimiento del Niño Jesús.

Las personas cada vez que queremos celebrar algo importante lo hacemos alrededor de una mesa y nos vestimos con nuestras mejores galas. Durante estos días me han hecho determinados comentarios sobre este aspecto, el vestuario. Han sido varias las personas que me han comentado que la mesa de la cena de Nochebuena sí que la adornan lo mejor que pueden, pero que ellos no se visten de gala. La razón es porque están en casa. Yo no concibo una Nochebuena sin que todos nos sentemos en la mesa con nuestros trajes de fiesta. Los hombres con sus trajes y corbatas, las mujeres con sus vestidos de noche y zapatos de tacón, y los niños con sus mejores ropas. Incluso a los niños les pongo corbata o pajarita, y a las niñas les maquillo un poco los labios y les pinto con brillo las uñas. ¡Todo tiene que ser especial! Todos nos debemos sentir especiales para celebrar la noche más importante para la familia cristiana.

Generalmente en toda casa tenemos la vajilla especial para las grandes ocasiones, al igual que la cristalería, la cubertería y la mantelería. El objetivo es vestir la mesa con lo mejor de la familia. Todos estos elementos tienen un orden y un uso que se debe respetar.

En primer lugar debemos colocar el muletón. La finalidad de este “tapete” es funcional. El muletón evita que el mantel patine sobre el tablero, protege los cantos de la mesa, amortigua los golpes o ruidos de los platos contra la mesa, por ejemplo, y absorbe los líquidos que se puedan derramar. El muletón es un elemento muy práctico que siempre se debería colocar a la hora de poner la mesa para comer y no dejarlo para determinadas ocasiones.

Encima del muletón colocamos el mantel, propiamente dicho, perfectamente planchado y limpio. El mantel debe colgar entre cuarenta y cincuenta centímetros por cada lado. Por supuesto debe tapar completamente el muletón. Hoy en día existen infinidad de diseños y coloridos. Sin embargo, para las comidas o cenas formales se aconseja utilizar las mantelerías blancas de hilo con bordados. Las servilletas deben ir a juego con el mantel. Ahora en Navidad para la cena de Nochebuena, por ejemplo, está bien vestir la mesa con mantelerías rojas o verdes y bordadas con motivos navideños. A mí este tipo de manteles me gustan bastante, sobre todo por lo niños.

En cuanto a la vajilla, colocaremos en primer lugar el plato base. Este elemento decorativo tiene la función de evitar que el plato sobre el que vamos a comer no toque directamente el mantel. De esta manera conseguiremos aumentar las posibilidades de mantener limpio el mantel durante la comida. El plato base, lógicamente, es de mayor tamaño que el plato y, existen verdaderas obras de arte.

Al colocar los cubiertos tenemos que intentar no marcarlos con nuestras huellas digitales. Una de las maneras para evitar estas manchas es colocarlos con la ayuda de un trozo de tela limpio. Los cubiertos se colocarán de acuerdo al orden de su utilización sin quedar ninguno oculto bajo el plato. De este modo, los primeros cubiertos en utilizarse estarán en la zona más externa. Los cuchillos y la pala de pescado se colocarán en el lado derecho del plato con la sierra mirando al mismo. Los tenedores con las púas hacia arriba se pondrán en el lado izquierdo. La cuchara en el lado derecho y con la parte cóncava hacia arriba. La cuchara, el tenedor y el cuchillo de postre se situarán en el frontal del plato. En este caso la cuchara se colocará con el mango hacia la derecha y la parte cóncava hacia arriba, el tenedor con el mango hacia la izquierda y las púas hacia arriba, y el cuchillo con el mango hacia la derecha y la sierra mirando al plato.

El platillo del pan se colocará a la izquierda de cada comensal. Si se coloca el cuchillo del pan o la pala de la mantequilla, este se colocará sobre el platillo con el filo orientado hacia la parte interior del plato.

Al igual que es aconsejable colocar los cubiertos con la ayuda de un paño para evitar manchas, lo mismo sucede con la cristalería. También se colocará en el orden de su utilización. La copa de agua será la situada más a la izquierda. Por ejemplo: agua, vino tinto, vino blanco, cava.

La servilleta no tiene una ubicación asignada preferente. La mejor situación es el lado izquierdo, junto a los cubiertos. Lo que sí está bastante claro es no hacer filigranas con las servilletas. Esto conlleva a manosear la servilleta que luego irá a la boca del comensal.

Ya tenemos la mesa de la cena de Nochebuena vestida de gala. Si queremos colocar algún adorno en el centro que sea sencillo y discreto sobre todo porque las mesas de nuestras casas no suelen ser de grandes dimensiones, sobre todo el ancho. Y ahora nos toca a nosotros. Es la hora de maquillarnos, vestirnos, peinarnos. Recordar que va a venir a nuestra casa la persona más importante de la humanidad, Dios. No podemos recibirle en pijama o en bata. ¿Qué clase de anfitrión haría esto? El que no muestra ningún respeto ni cariño hacia su invitado de honor.

Feliz Nochebuena y que el Niño Jesús inunde de fe y esperanza vuestras casas con la dosis suficiente para que dure todo el 2013.

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