En todo ceremonial existen normas que están reguladas, ya sea por ley o por costumbre, y otras que son aceptadas socialmente. Estas indicaciones hacen referencia al espacio, al orden o a la vestimenta requerida para la ceremonia.
En algunos actos se detalla una etiqueta obligada y en otros se sugiere. Sin embargo, si se va en pareja los dos deben ir acorde y en protocolo existen unas equivalencias en vestimenta que es necesario cumplir. Por ejemplo, si el hombre viste de frac su acompañante, si se trata de una mujer, lucirá vestido largo. Además, el frac también está sujeto a unas normas precisas que ponen en valor su correcto uso. Es necesario señalar que el frac admite las condecoraciones.
El frac se utiliza de noche y en lugares cerrados aunque, por ser la indumentaria masculina de máxima etiqueta, existen excepciones en su uso como en actos académicos, actos de gran gala o recepciones.
Sin embargo, no se admiten excepciones en su diseño y composición.
El pantalón del frac.
El pantalón es negro, liso, del mismo tejido que la chaqueta y lleva en sus costuras dos finas franjas. Además se sostendrá «con el uso de tirantes y al igual que ocurre con el chaqué se vestirán a la cintura y no en la cadera. Contarán con doble pinza y dos bolsillos laterales», detalla José María López Galiacho en su libro Manual del perfecto caballero y añade que la «portañuela no llevará cremallera alguna y en su lugar se coserán los obligados botones».
La chaqueta del frac.
La chaqueta, de color negro o azul marino muy oscuro, llega por delante hasta la cintura finalizando en pico y por detrás tiene dos faldones que llegan hasta la altura de las corvas.
Las solapas de la chaqueta son de seda de raso y terminan en pico. La chaqueta es cruzada con seis botones, tres a cada lado. Así mismo lleva tres botones en las mangas y dos botones traseros.
La camisa del frac.
La camisa, de piqué, es blanca de pechera dura, almidonada y «no deberá mostrar al exterior más de dos botones», explica José María López Galiacho.
Por ello, algo francamente recomendable además de elegante es huir del clásico frontal de botones y ojales y optar por una camisa que sin contar con ojal alguno se valga de alguna botonadura forrada (studs) para cerrar la camisa. Según sean los studs escogidos para el frontal de la camisa, así deberían ser los de los gemelos.
El cuello de la camisa es el denominado cuello diplomático, es decir el subido de pajarita, y los puños de doble hojal para admitir los gemelos.
El chaleco del frac.
El chaleco es ajustado, cruzado o recto, y con una fila de botones que se abotonarán en la parte inferior en el caso del recto, a la altura del pantalón. Lleva tres botones forrados de seda. Su color es blanco.
La pajarita del frac.
La pajarita es de piqué blanca, procurando que su tono sea el más parecido al del chaleco, y hecha de lazo manual. «Con el frac la pajarita tipo semibutterfly con sus dos extremos iguales y con terminación en línea recta resulta siempre la más apropiada», recomienda López Galiacho.
Los zapatos del frac.
Los zapatos, negros de charol, son tipo Oxford aunque «lo más elegante y protocolario sigue siendo vestir las opera pumps», aclara José María López Galiacho.
Los calcetines son negros de hilo o de seda y lisos.
Los complementos del frac.
El sombrero es de seda negra de copa alta.
Los guantes, de gamuza, pueden ser blancos o de color gris claro o color hueso.
El pañuelo para el bolsillo de la chaqueta es de lino blanco.
El reloj de bolsillo, de oro blanco o platino, debe complementar un frac y «un discreto clavel blanco o una gardenia del mismo color se antoja obligatorio con el frac», comenta López Galiacho.
El abrigo adecuado es de líneas rectas, largo y clásico. Su color puede ser negro o azul marino oscuro y puede ser de lana o cachemira.
La fotografía que ilustra esta entrada corresponde a la visita de Estado del Presidente de la República Argentina © Casa de S.M. el Rey
©Portugal Bueno, 2017