Lo que no se conoce bien no se puede amar o defender. Por esto, en el ámbito del ceremonial y protocolo religioso es muy importante este conocimiento por parte de los fieles.
En relación a esto, en esta entrada quiero hablar sobre el conopeo del sagrario. Se trata de un ornamento textil que está en desuso pero que en mi familia es conocido y de actualidad. ¿La razón? Mi mamá confecciona conopeos.
Gracias a mi madre, Mari Fe Bueno Fernández, conozco la existencia del conopeo. Y gracias también a ella he investigado sobre su significado y uso. A su vez, he aprendido a valorar este humilde paño: «Cuando coso un conopeo, en cada puntada doy gracias a Dios». Este agradecimiento que mi madre demuestra, se une el gran respeto que siente cuando lo trabaja:
Cuando voy a tocar la tela, antes me lavo muy bien las manos y siempre tengo al lado un pañito limpio. Para mi es sagrado.
Significado y uso
El conopeo es el velo en forma de pabellón que recubre el sagrario indicando la presencia del Santísimo Sacramento. Así lo establece el artículo 11 del Ritual de la sagrada Comunión y del culto a la Eucaristía fuera de la misa:
La presencia de la sagrada Eucaristía en el sagrario se indicará con el conopeo o con otro medio determinado por la autoridad competente.
También existe una referencia al conopeo en el Manual del sacristán, cuando se le indica que en las celebraciones en general procure «que haya una lámpara encendida ante el Santísimo y conopeo (puede ser del color del tiempo)».
El conopeo del sagrario representa la tienda santa del Señor, en referencia al Evangelio de San Juan, 1,14: «Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros». Su uso está unido al sagrario que no está empotrado en la pared, es decir, al que está exento.
No existe normativa alguna que indique un tipo de tela en concreto para su confección, o sobre su estilo. Aunque en algunos casos se indica que puede ser de tul o de otra tela más pesada y drapeado en oro o plata.
Tampoco existe norma establecida en cuanto a su color. Sin embargo, hay costumbre en que el color del conopeo sea el blanco, color litúrgico de la Eucaristía, o del color litúrgico del día. En ningún caso se utiliza el negro.
En cuanto a su confección, mi madre me dice que lo más difícil es trabajarlo por el tipo de tela que se emplea y que lo más importante es probarlo.
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