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El abanico y sus usos

La visita de Sus Majestades los Reyes a la isla de Ibiza nos ha dejado una imagen poco usual: Doña Letizia con abanico. Un complemento típico de los climas cálidos y de los meses de verano que tuvo un inicio noble, tal y como recuerdo en el artículo El origen ilustre del abanico.

El abanico se ha convertido en un complemento esencialmente práctico que se puede usar tanto de día como de noche. Aunque hay que tener en cuenta que, si su uso se circunscribe en actos formales, el abanico debe estar confeccionado con materiales ricos y colores discretos. En referencia a los colores, te invito a saber más sobre su aplicación en la vestimenta en la entrada Dime tu color y te diré…

El abanico como complemento de moda

El abanico, en el ámbito de la vestimenta, se puso de moda en los países cálidos en el siglo XVI.

En el siglo XVII el abanico llega a convertirse en un complemento de moda en boga, hasta el punto de crear un lenguaje con la ayuda de los gestos y movimientos realizados con el abanico en el XVIII.

El abanico como herramienta política

En el siglo XIX el uso de los abanicos se destina, principalmente, al salón de baile y al teatro. En este siglo se pierde la importancia del lenguaje del abanico, pero se conserva su uso para mostrar interés o desinterés por alguien.

En estos años el abanico también es utilizado como herramienta propagandística y política. En este sentido tenemos los ejemplos de los abanicos con alusiones a la Constitución de 1812 y al nacimiento de Isabel II.

El abanico como instrumento de márquetin

A principios del siglo XX todavía se conserva el uso del abanico como algo distinguido y en estos años la moda marca el estilo y el gusto por los abanicos de grandes dimensiones.

En la década de 1920, época de la Belle Epoqué, la moda femenina ajusta el abanico como complemento de noche, en especial los confeccionados con plumas de avestruz.

En estos primeros años del siglo XX, el abanico se convierte en una herramienta de márquetin ya que es usado como publicidad por restaurantes, clubes y marcas de perfumes. En estos casos estaban confeccionados en papel.

El abanico como soporte publicitario

En pleno siglo XXI la consideración del abanico como herramienta de venta de productos y servicios propia del siglo XX ha alcanzado su máximo apogeo.

El abanico se adapta como soporte publicitario en diferentes materiales y diseños para instituciones públicas o privadas, empresas, asociaciones u organismos de toda clase.

Por ejemplo, podemos encontrar abanicos con publicidad de marcas de bebida como Cartojal durante la Feria de Málaga o la programación de las fiestas de Moros y Cristianos de Orihuela.

Fotografía: © Casa de S.M. el Rey

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