Ser Comunicación

Consejos para hablar en público

Considero que no se puede enseñar a hablar bien en público, más bien se aprende. Podemos recibir cursos, clases. Leer todo lo que encontremos sobre oratoria. Sin embargo, esta forma de actuar no nos asegura que consigamos nuestro objetivo: ser eficaces en el lenguaje. Necesitamos algo más. Necesitamos conocernos a nosotros mismos. Necesitamos saber cuáles son nuestras cualidades que van a conseguir que seamos unos perfectos conversadores, por ejemplo. Si no nos molestamos en adquirir este conocimiento, más vale que invirtamos nuestro esfuerzo en otros menesteres. Además, también tenemos que tener muy claro que el objetivo de hablar con eficacia es poder ayudar a los demás.

Si asumimos esto, las pautas y las lecciones que nos enseñen en materia de oratoria sí que van a ser de gran ayuda. A continuación os enumero unos consejos que vienen muy bien a tener en cuenta.

1ER CONSEJO: PREPÁRATE RIGUROSAMENTE Y CON ANTELACIÓN.

Un discurso no se hace de la noche a la mañana, ni tampoco con un mes de antelación. Un parlamento necesita de toda nuestra experiencia y conocimientos. Nuestras charlas necesitan de nosotros mismos para triunfar, de nuestras anécdotas, de nuestras vivencias, de nuestras lecturas, de nuestras creencias, … Si nuestros discursos salen de nuestro corazón, ese discurso será un éxito.

2º CONSEJO: FIJA UN OBJETIVO ¿QUÉ QUIERES DECIR?

Siempre que hablamos tenemos un objetivo, aunque hay gente que se pone a hablar simplemente por el mero hecho de oírse así misma. ¿Cuáles son los objetivos? Entretener, informar, motivar, incitar a la acción, persuadir, convencer…

3ER CONSEJO: PIENSA EN EL PÚBLICO: ADÁPTATE A SUS NECESIDADES.

Cuando queremos de verdad a alguien y decidimos declararle nuestro amor, ¿lo hacemos con una declaración de amor genérica, que lo mismo vale para María, Ana, Juan o Pepe? Si nos decantamos por esta opción, rápidamente se nos verá el pelo, la otra persona se dará cuenta que nuestra declaración está vacía, que realmente no hemos pensado en ella, no hemos analizado la verdadera razón de nuestro sentimiento hacia ella. En cambio, si nuestra declaración de amor está pensada exclusivamente para una persona en concreto, esto se notará en el discurso. Hablaremos de lo que más nos gusta de ella, de lo bien que nos encontramos cuando estamos a su lado. En definitiva, para conquistarlo elogiaremos su persona. Intentaremos que esté a gusto con lo que le decimos y uno está a gusto cuando dicen cosas bonitas de él, cuando piensan en él.

Debemos tratar a nuestro auditorio igual que trataríamos a nuestro amado: debemos pensar en nuestro público, para que esté a gusto con nosotros, y no piense ¡de qué demonios está hablando esta! ¡Lo que está contando no me interesa! Y ¿por qué no interesa? Porque no ha pensado en mis necesidades, sino en las propias del orador, en buscar su lucimiento, sin darse cuenta que el verdadero éxito de una conferencia es cuando las personas que han asistido han sacado algo de provecho de la misma. Cuando salimos de una conferencia y nos vamos a casa con la sensación de haber perdido el tiempo, no es por culpa del tema de la conferencia, sino del conferenciante.

4º CONSEJO: ELABORA UN BUEN COMIENZO.

El modo de empezar los mensajes es decisivo para el éxito de la comunicación. recordar siempre que el principio es la mitad de todo.

5º. PON ANÉCDOTAS Y EJEMPLOS.

A la gente le cuesta mucho trabajo poner atención durante mucho tiempo. Sin embargo, existen trucos para mantener la atención del público: pasear, participar, variación de tono en la voz, discurso emotivo y, sobre todo usando ejemplos y anécdotas.

6º CONSEJO: ESCRIBE PARA QUIEN OYE: NO USES UN LENGUAJE EXTRAÑO.

Cuando escribimos un discurso lo hacemos con un lenguaje para leerlo, pero esas líneas tienen como objetivo ser leídas, por lo tanto el formato que le hemos dado no es el válido. Hay que traducir ese discurso a un lenguaje oral. Es necesario usar frases lógicas y sencillas para que se entienda mejor lo que queremos decir.

7º CONSEJO: CIERRA CON UN BUEN FINAL

Los psicólogos del lenguaje afirman que lo último que se anuncia es lo primero que se recuerda. Por lo tanto, lo lógico es que al final retomemos el mensaje y lo volvamos a exponer y recordar, pero siempre de una forma diferente, para no dar la sensación al auditorio de que eso ya se ha dicho antes. El objetivo es dar todas las facilidades para que al público le llegue nuestro mensaje.

8º CONSEJO: ENSAYA UNA Y OTRA VEZ.

Hay que ser valientes para arriesgarse y todos somos capaces, sólo tenemos que sacudirnos nuestra pereza y erradicar de nuestra mente cualquier convencionalismo bobo y ridículo. Y este consejo si lo lleváis a cabo a la hora de hablar en público os aseguro que cada vez que tengáis que hablar en público vais a disfrutar como enanos. Y llegaréis a pensar como un alumno de Dale Carnegie: “Dos minutos antes de comenzar preferiría que me dieran de latigazos antes que empezar, pero dos minutos antes del final, preferiría que me pegaran un tiro antes que concluir”.

En oratoria el tener valor significa no ser convencional., significa ser creativo. Y ¿cuál es la mejor manera de ser creativo? Siendo un niño: sin miedo, con curiosidad, con imaginación y con sentido del humor.

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