Ser Comunicación

Cómo ver las procesiones desde una silla de ruedas

Para las personas que nos dedicamos al protocolo, en líneas generales dar a cada uno el lugar y tratamiento que le corresponde, y que tenemos amistades con capacidades físicas reducidas, es una lástima comprobar cómo en diferentes actos, me da igual la titularidad del mismo, no se tiene en cuenta su participación.

En los últimos años se está trabajando e investigando sobre la accesibilidad en los eventos con el objetivo de crear actos para todos y no actos para discapacitados. Las personas con diversidad funcional no quieren sentirse protagonistas de un circo.

Sobre este asunto se ha dado cuenta el Ayuntamiento de Logroño y ha editado unas normas de accesibilidad en la organización de eventos que permitan «a quienes tienen la competencia de organizar acontecimientos de diversa índole, planifiquen los actos teniendo en cuenta todas las especificidades que requieren las personas con discapacidad para poder acceder a los diferentes entornos en las mismas condiciones que cualquier ciudadano» y de este modo poder acceder a los diferentes eventos que se organizan en su localidad, ya sean culturales, sociales, deportivos, festivos o institucionales.

Las procesiones y la accesibilidad.

Nos encontramos en Semana Santa y es una lástima que no todos podamos disfrutar de sus desfiles procesionales. El diseño y organización del espacio destinado a ver las procesiones debe estar sujeto a unas determinadas características que posibiliten que las personas discapacitadas puedan disfrutar de su Semana Santa.

En esta reflexión quiero centrar la atención en aquellas personas que utilizan sillas de ruedas y que no pueden ver procesionar a familiares o amigos, tanto por no poder integrarlos en las hileras de filas de sillas por cuestiones técnicas como por no disponer de un espacio habilitado para ellos.

Las personas con movilidad reducida pueden acceder a las diferentes celebraciones al aire libre si se tienen en cuenta los siguientes requisitos, en líneas generales:

  • Espacios libres de obstáculos garantizando el paso y el giro.
  • Elementos ubicados a la altura adecuada para que sean accesibles desde las sillas de ruedas.
  • Comunicación vertical para conocer los desniveles, como rampas o escaleras.
  • Aseos accesibles.
  • Señales y paneles informativos.

Este año, en la Semana Santa de mi ciudad, Orihuela, se ha reservado una zona para personas en sillas de ruedas, sin embargo la ejecución de la misma no ha sido ni estudiada con el debido interés ni acertada.

En líneas generales, y sin ser una especialista en este ámbito, sí que me he dado cuenta de determinadas cuestiones:

  • Su ubicación se encuentra al lado de un espacio reservado a la recogida de basura.
  • Ausencia de paneles informativos que indiquen el uso y destinatarios de dicho espacio.
  • Colocación de una rampa nada estética ni práctica.
  • No se tiene en cuenta a los acompañantes ya que no han previsto sillas en el entorno.

Unido a esta lista, también quiero destacar la ausencia de elegancia y estética de este habitáculo, aunque hay que decir que tampoco la tiene la tribuna que se encuentra a su izquierda. Considero que la Semana Santa de Orihuela, declarada de Interés Turístico Internacional, se merece una tribuna y un espacio para personas con diversidad funcional de más categoría.

La fotografía que ilustra esta entrada está recogida de la web Granada Digital.

Las siguientes imágenes corresponden a la tribuna y al espacio reservado para personas en sillas de ruedas de la Semana Santa de Orihuela.

 

Semana Santa Orihuela

 

Semana Santa Orihuela

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