No soy una persona pesimista ni catastrofista, pero la actualidad internacional me lleva a reflexionar sobre la triste realidad bélica en la que nos encontramos.
Y esta situación de conflictos internacionales me lleva a pensar sobre las organizaciones internacionales. Y, en concreto, sobre una, la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La hipotética trayectoria del mundo hacia la III Guerra Mundial, lleva consigo cambios en la ONU y en el protocolo de las organizaciones internacionales.
Tras la I Guerra Mundial, la Sociedad de las Naciones, fue creada en 1919 con el objetivo final de evitar otra guerra mundial. Sin embargo, no pudo evitar la II Guerra Mundial y, al no cumplir con la finalidad por la que fue creada, la Sociedad de las Naciones desapareció. Recogió su testigo la ONU.
En el contexto actual, con tensiones crecientes entre potencias, conflictos regionales persistentes, y crisis humanitarias, la pregunta sobre el futuro de la ONU adquiere una urgencia renovada. ¿Qué sucedería si estallara un conflicto a gran escala y la ONU no pudiera prevenirlo o resolverlo? ¿Sería el fin de esta organización internacional, al igual que lo fue para su predecesora, la Sociedad de las Naciones?
Es importante reconocer que la desaparición de la ONU no significaría necesariamente el fin de los esfuerzos por la paz mundial. En un mundo cada vez más interconectado, la necesidad de cooperación internacional y diplomacia sigue siendo innegable. Sin embargo, la desaparición de la principal institución encargada de facilitar esa cooperación tendría repercusiones significativas en el orden mundial. Y, enfocándolo en nuestra materia de estudio, también tendría repercusiones en el protocolo de las organizaciones internacionales, sobre todo en su ordenación.
Precedencia entre las organizaciones internacionales
Las precedencias entre las organizaciones internacionales no están determinadas por normas concretas, sino por unas reglas generales que la práctica internacional recomienda.
Entre estas recomendaciones se recoge la clasificación de las organizaciones internacionales. Esta precedencia es la siguiente:
- ONU.
- Organizaciones regionales.
- Organizaciones políticas.
- Organizaciones militares.
- Organismos de carácter administrativo, económico, social y cultural.
La ONU encabeza la ordenación por su carácter mundial y porque, en cierta medida, las organizaciones internacionales de hoy en día tienen su razón de ser en la ONU.
Las organizaciones internacionales regionales están definidas por elementos geográficos, como continentes, o por cuestiones geopolíticas, como puede ser la economía, la guerra, la información o la tecnología.
Las organizaciones internacionales políticas hacen referencia a programas políticos en materia de, por ejemplo, el turismo, la salud o la agricultura.
Las organizaciones internacionales militares tienen su razón de ser en la seguridad y la defensa de sus países miembros.
Y, por último, las organizaciones de carácter administrativo, económico, social y cultural son las encargadas de ejecutar las decisiones en estas diferentes materias.
Y, aunque nos movemos en la hipótesis, si la ONU desapareciera, ¿qué organización internacional encabezaría la lista? O, probablemente, nacería su homóloga, como ocurrió con la Sociedad de las Naciones, ocupando ese primer puesto.
©PortugalBueno2024