Si escribimos en la barra del buscador de imágenes la palabra «Nochevieja» nos ofrecerá fotografías en las que aparecen copas de cava o champán. La última noche del año es sinónimo de fiesta, celebración y brindis.
Damos la bienvenida al nuevo año brindando con cava o champán. Los dos son vinos espumosos, blancos o rosados, el último originario de Francia y el primero elaborado al estilo del que se fabrica en Champaña, región del norte francés.
Los vinos espumosos se deben servir a una temperatura situada entre los seis y los ocho grados centígrados. Si se ofrece más frío no se apreciará bien el aroma y afectará al desprendimiento de burbuja. Por el contrario, si se sirve caliente, resaltarán aromas de fermentación poco elegantes. Hay que tener en cuenta que al servir el cava en la copa aquel cogerá la temperatura de esta, que siempre será mayor a la del líquido, por lo que se sugiere enfriar el caldo un poco más de lo indicado a la hora de servirlo.
A la hora de abrir el vino espumoso nunca se perderá el control sobre el tapón, con el fin de evitar ruidos, salida de líquido o accidentes. Tras quitar el morrión, se sujetará fuertemente el tapón y se girará la botella. Mientras extraemos el tapón la botella se mantendrá inclinada para que la salida del gas sea sorda.
Tras sacar el tapón se procede al servicio del cava de forma normal. En el caso de servir en copas de pequeña capacidad se llenará hasta la mitad y, en las de gran capacidad tan solo se llenará un tercio. En cualquier caso, con los vinos espumosos el llenado se efectuará en dos golpes.
En relación a la elección de la copa de vino es necesario tener en cuenta los siguientes factores:
- Material: incolora, transparente, sin adornos, con paredes muy finas, con el borde finamente cortado y pulido, de cristal soplado a mano (actualmente existen buenas opciones en vidrio industrial), el pie o fuste debe ser alto y fino permitiendo una cómoda sujeción con los dedos.
- Capacidad: para un vino que se debe consumir a temperatura baja o muy baja se usará una capacidad pequeña.
- Forma: el fondo debe ser ovoide ampliándose hasta la zona central, cerrándose ligeramente en la parte superior.
- Talle: la distancia entre el fondo de la copa y la zona de salida debe ser tanto más larga cuanto más debamos alejar nuestra nariz de aromas agresivos, como puede ser el alcohol o el exceso de carbónico.
- Apertura de boca: el diámetro de la boca de la copa suele ir directamente relacionado con la maduración de la uva, es decir con una mayor o menor cantidad de acidez. Los receptores de acidez están en los laterales de la lengua, por lo tanto la boca será cerrada en el caso de querer disimular la acidez o abierta si quiere enfatizar.
En cuanto al servicio del vino, se empieza a servir a las mujeres situadas a la derecha del anfitrión, para pasar a los hombres y terminar con el anfitrión. El servicio se efectuará por la derecha del comensal, aunque por distribución o incomodidad se puede hacer por la izquierda tras disculparnos.