Felicitaciones navideñas: spam o wow
A principios de diciembre, del año pasado, decidí desafiar mi costumbre y sumergirme en un experimento navideño: abstenerme de enviar, por correo ordinario, mis tarjetas de felicitación de Navidad y esperar, con la curiosidad de un observador, quiénes se adelantarían a llenar mi buzón de sobres con felicitaciones navideñas. Mi decisión ha desencadenando una serie …