APLICAR EL PROTOCOLO OFICIAL ES MANIFESTACIÓN PÚBLICA DE RESPETO AL AYUNTAMIENTO
El año 2017 ya forma parte de las efemérides de la Fiesta de la Reconquista y de Moros y Cristianos de Orihuela gracias a su declaración de Interés Turístico Nacional. Se trata de un título honorífico concedido a la cultura y la tradición oriolana. Por esta razón, es necesario cuidar y fundamentar hasta el último detalle su organización, y entre sus aspectos se encuentra el protocolo.
Como todos los años, el Ayuntamiento de Orihuela ha celebrado el acto de la recepción a los cargos festeros de la Fiesta y, por lo tanto, es un acto oficial. Sin embargo, su organización se ha fundamentado en criterios al margen del protocolo oficial, ya sea por dejadez o por incompetencia. Hablo de la línea de saludo y de las banderas.
La recepción oficial comienza con el recibimiento de los cargos festeros por parte de las autoridades y por cargos de la Asociación de Moros y Cristianos. Se trata de una línea de saludo sujeta a unas precedencias por ser de titularidad oficial.
La línea de saludo de este año se ordenó sin tener en cuenta las precedencias generales. Las reglas incumplidas fueron: la ordenación de las autoridades oficiales y los cargos electos preceden a los cargos designados.
Toda corporación municipal tiene su orden de precedencias y este no se respetó. Tampoco la primacía de los cargos electos sobre los designados o nombrados, ya que estos últimos, en nuestro caso honorarios, se colocaron entre los concejales.
A estas irregularidades hay que sumar la presencia de un político ajeno al ayuntamiento, anfitrión del acto, en la línea de saludo y que, además, precedió a un concejal oriolano.
En referencia a la colocación de las banderas en el escenario, éstas se colocaron al revés.
Según la ley de banderas cuando el número es par la bandera española ocupa la izquierda desde el punto de vista del observador.
El cumplimiento de las normas en protocolo oficial no es asunto baladí, es reflejo de la consideración que la institución tiene hacia sí misma, hacia sus ciudadanos y hacia su identidad.
©Portugal Bueno, 2017